A la temprana edad de 5 años, Jason Becker comenzaría a
generar sus primeros acercamientos con la guitarra a través del impulso de su
padre y su tío. Fue tal la obsesión de Jason, que se dedico a practicar hasta
10 horas al día para convertirse en el mejor guitarrista de la historia. A
través de la deconstrucción de canciones y fraseos de Eric Clapton y Bob Dylan,
principalmente, fue creando su amor por el Blues y el Rock hasta conocer a
Yngwie Malmsteen, su ídolo en el metal neoclásico.
Como su virtuosismo se fue afianzando con el tiempo, y a
través de su paso por diversas bandas, comenzaría a llamar la atención en la
escena under de California por su rapidez y destreza en la guitarra.
Otro virtuoso guitarrista de aquella época, Marty Friedman, quien ya comenzaba
a tener y cimentar una carrera, escucho de los rumores que se hacían acerca de
Becker y su manera de tocar.
Al conocerse, la magia y sincronía seria tan grande que
formarían prontamente una amistad y una banda, llamada Cacophony, cuyo
objetivo era llevar la guitarra como instrumento, fuera del margen de los
limites establecidos. Sin embargo, y producto de la mala gestión de la misma,
la banda solo lograría grabar dos trabajos y moverse solo en la escena under
del speed metal neoclásico, llegando a realizar giras donde la banda no
llego a ganar ningún dinero y viviendo penurias producto de lo mismo.
Adicionalmente, Marrino nunca convenció a Becker y Friedman como el vocalista
que buscaban, a pesar del trabajo del mismo en los álbumes mencionados.
Con un redoble de tambores de Atma Anur, se da comienzo a un
riff asesino con Savage, que se va fusionando, a medida que avanza, con los
fraseos sweep picking y shredding de Becker y Friedman. Luego de esto,
un riff más galopante se encuentra con la voz distante y distorsionada de Marrino,
quien, durante la canción, cumple simplemente y no brilla demasiado. Quizás lo más
rescatable sea ese coro, que nos invitan a agitar la cabeza a través de su
ritmo repetitivo y disfrutable. Sin duda, una idea mejor lograda que lo que sería
X Ray Eyes de su predecesor Go Off!
Una muestra de ideas disonantes entre sí, que se muestran a
través de la tecnica tapping en la guitarra, y el uso de una batería
enfurecida dan forma a Where My Fortune Lies, tema que después toma un
ritmo acelerado y frenético al más puro estilo thrash metal de los Metallica
del Kill ´Em All. Quizás este tema podría ir perfectamente en el
mencionado disco, ya que hasta la voz de Marrino y los instrumentistas se
tratan de asemejar al sonido de Hetfield y compañía. Sin embargo, este tema
tiene mucha menor calidad de lo que se espera de un thrash metal de los
oriundos de San Francisco.
Con The Ninja tenemos uno de los puntos álgidos del
disco. A través de un comienzo tranquilo donde las guitarras se complementan en
un sentido perfecto, se presenta una guitarra solista con aires asiáticos hasta
que todo se vuelve pesado y melancólico a través del fraseo principal. En esta
lógica de la guitarra principal, con su correspondiente segunda voz acompañante,
se muestra la voz de Marrino quien se mueve a través de un riff pesado y quien
irrumpe esta tranquilidad. Las partes instrumentales de la canción son las más significativas
y disfrutables, por sobre las vocales, y son estas las que dan sentido. Podríamos
decir que The Ninja se asemeja al posterior Black Cat.
Con una guitarra solitaria y distorsionada, se muestra Concerto,
tema instrumental que se mueve a través de fraseos shred en su comienzo,
combinados con una sección rítmica sólida, que acompaña los fraseos hasta dar
un corte. Luego de esto, adquiere un aire folclórico y festivo a través de melodías
propias de pueblos escandinavos. La melodía principal se va repitiendo conforme
avanza la canción, y con esto se van mostrando los diferentes dotes y solos de
Jason y Marty, a través de su clásica competencia guitarrística por ver quien
es más creativo y rápido.
Nuevamente, Burn the Ground se mueve por un riff
pesado y una guitarra solitaria, que también tiene un carácter bastante thrash
estilo Metallica y la verdad es un tema bastante aburrido, ya que los
instrumentos van a destiempo y la voz de Marrino suena forzada y saturada. A
pesar de que se le trate de dar relevancia al coro, el tema se hunde en un mar
de ideas sin sentido.
Con un riff galopante y melodías speed metal se presenta
Desert Island, un tema pesado que, con ese cambio de acordes distorsionado,
nos muestra un Marrino mucho más inspirado y energético que en temas anteriores.
Además de las estrofas, la canción cuenta con una sección intermedia hasta se muestra
antes de llegar al tan esperado coro donde Marrino se las canta todas para
lograr el resultado esperado por Friedman y Becker, quienes mantienen el ritmo
y aparecen poco durante la canción. Cerca de la mitad tiene un cambio de ritmo
interesante, a través de ese loop que utilizan las guitarras mientras se
van mostrando pequeños fraseos, hasta desencadenar en el solo correspondiente.
Un tema entretenido y dinámico a todas luces.
El tema más extenso y homónimo del disco, Speed Metal
Symphony, se muestra con unos fraseos distantes hasta llegar a un riff
determinante que muestra melodías inspiradas en obras clásicas de música docta
o clásica. A medida que aparecen estos fraseos, la batería va haciendo cambios
de ritmo y métrica radicales, los que se complementan con los riffs. Una canción
instrumental que se mueve por una serie de temáticas y paisajes y presenta todo
lo que es Cacophony en sí; una mezcla de melodías en guitarra eléctrica donde
los límites, ciertamente, no existen.
Durante la grabación del disco, Marty Friedman, tuvo que
improvisar en el bajo, por esto, es que no se menciona, ya que simplemente
marca las tónicas y no tiene una gran notoriedad. Definitivamente Speed Metal
Symphony es un trabajo mucho mas directo y sincero que Go Off!, que cobra mayor
relevancia y sentido en sus secciones instrumentales, más que las cantadas. Si
bien la producción de este es mucho menor que la de su sucesor, se siente más
fresco y revitalizado en sus escuchas, ya que posee composiciones mucho más
inspiradas y creativas.
“I´m on a desert island
In the middle of the sea”