Atrás quedaron los años de gloria de Grahan Bonnet al mando
de uno de sus proyectos mas significativos: Alcatrazz. La historia que comenzaría
con el exitoso No Parole Rock N Roll de la mano de un joven Yngwie Malmsteen,
continuando con el subvalorado Disturbing The Peace de la mano del
experimentado Steve Vai, terminaría de forma estrepitosa con Dangerous Games.
Este último, lanzado durante el año 1986, sería el adiós, al
menos hasta el presente, de los materiales bajo el nombre Alcatrazz para el
rubio Bonnet, ya que en esta oportunidad no tendría a ningún virtuoso en las
seis cuerdas como lo fuese Malmsteen o Vai. Johnson no lo hace mal tampoco,
pero no tiene todas las medallas y méritos que tienen los anteriores. A veces
el talento se tiene o no se tiene, lamentablemente….
Dangerous Games suena como un álbum con poca energía y
entrega, ya que está condicionado, en su mayoría, por composiciones comerciales
y covers, por lo cual, se nota a la banda un tanto incomoda ante algo que no
les pertenece y probablemente a un intento por mantenerse en el tiempo y no
quedar olvidado en el baúl de los recuerdos.
El disco comienza con la interesante y marcada It´s My
Life, la cual representa el primer cover del disco, y se proyecta como un
tema que se apoya en unos coros y versos comerciales y pegajosos interpretados
por Bonnet, el que demuestra todo su potencial vocal en su ejecución. Si bien
es una canción sustentada, principalmente, por la guitarra y teclados, posee
unos cambios de ritmo bastante extravagantes, sin embargo, representa uno de
los temas destacados del álbum.
Undercover tiene un ritmo marcado en la guitarra, el
cual se apoya en las melodías de los teclados y sintetizadores, para dar paso a
una voz con múltiples efectos tanto en sus versos como en sus coros. Quizás lo más
destacado sea el cambio de ritmo que tiene en la mitad de su duración y el solo
de los teclados. Una canción que suena correcta y discreta en su duración.
Con un ritmo marcado en la batería, al cual conduce todo el
tema durante su duración, se nos presenta That Ain't Nothin, una canción
en donde Bonnet es quien mas brilla, apoyado principalmente por las segundas voces
del resto del grupo. Un tema monótono que se vuelve aburrido a medida que
avanza.
Con un ritmo mas ganchero y atrevido que su antecesora, se
muestra No Imagination, la cual nos conduce por un coro rockero y
ganchero encabezado por la interpretación de Bonnet. Hasta el momento, es
probablemente el tema mas rockero del disco, donde Bonnet se muestra pleno y enérgico,
respaldado por las segundas voces y rítmica del resto de la banda.
El comienzo con unas voces al unísono que se mantienen en el
tiempo, recordando a los cantos gregorianos, marca el comienzo de Ohayo
Tokyo, que se mueve por unos sintetizadores y coros constantes, los cuales
dan paso y proyectan la voz de Bonnet en su ejecución vocal.
Un poco mas calmo y mesurado, apoyado en unos teclados mas
relajados y una guitarra mas llorona, se muestra el tema que da titulo al trabajo,
Dangerous Games. Sin embargo, Bonnet nos plantea un tema con un coro poco
convincente y que rememora a ideas que escuchamos en canciones anteriores del
mismo trabajo, quizás semejando a Undercover o That Ain't Nothin.
Blue Boar con ese sonido característico del guitarrista
The Edge de U2, nos muestra a un Bonnet mucho más emotivo y entregado, quien, a
través sus voces duplicados, nos entrega un coro bastante pegajoso, similar a Ohayo
Tokyo, y que nos rememora e instala en los 80´s y en las bandas sonoras de películas
como Karate Kid o Volver al Futuro.
El segundo cover del disco, nos llega de la mano de Only
One Woman, quien nos muestra a un Bonnet sumamente sentimental y emotivo,
logrando proyectar en el oyente esa emotividad propia de estas baladas
rockeras. Sinceramente la interpretación de Bonnet es sublime y logra ponerte
los pelos de punta.
Volviendo a la onda de las baladas ochenteras se nos
presenta Witchwood con un Bonnet menos inspirado y entregado que en su
anterior participación. Un tema mesurado y calmo que se pierde en el tiempo sin
pena ni gloria.
Con un sonido en los teclados que recuerda esas películas clásicas
de terror, se nos presenta con un ritmo rockero y marcado Double Man, el
cual se mueve por un coro bastante disfrutable y entretenido. Es una canción, que,
en su conjunto, es bastante redonda y disfrutable para el oyente, representando
lo mejor de Bonnet y Alcatrazz en una sola dosis.
Night Of The Shooting Star funciona como una
despedida hablada del disco y representa mas una lectura de un testamento que
una canción como tal, quizás representaba lo que acontecería mas adelante con
la disolución de la banda.
Dangerous Games debe representar uno de los trabajos discográficos
de Alcatrazz más controvertidos, ya que tiene momentos entretenidos y otros
donde verdaderamente queremos apretar el botón para cambiar de canción. Es un álbum
que cuesta digerir y que suena bastante poco inspirado, dejándose llevar por
las tendencias musicales y comerciales de la época. Quizás represente un
experimento o una salvaguarda desesperado por mantener vivo a Alcatrazz por el
propio Bonnet, mal que mal es su hijo pequeño y por tanto debe tratar de
mantenerlo a flote sea como sea.
“Of me there are many
So how would I know…”
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