El debut discográfico de los australianos Airbourne es, probablemente,
el trabajo discográfico mas inspirado y diverso de los mismos. En su
oportunidad, el disco gozo de gran éxito y popularidad para la banda, haciéndolos
ganadores de diversos premios y llevándolos a compartir con grandes estrellas
de la escena como Slash y Lemmy Kilmister, este último apareciendo en el videoclip
de la canción homónima del disco.
Como ya hemos mencionado en otra crítica, la influencia en
el sonido y la composición de la banda esta muy relacionada con AC/DC. (http://ladimensiondelrock.blogspot.com/2020/02/boneshaker-airbourne-critica.html).
De hecho, Angus Young menciono, en alguna ocasión, que veía en la banda una
gran proyección y que gustaba de su sonido.
El disco comienza con Stand Up For Rock ´N´ Roll, la
cual parte de manera calma y mesurada a través de un fraseo en la guitarra
solista que va acelerando, a medida que se van sumando el resto de los
instrumentos. La canción se detiene un par de segundos y decanta en una progresión
poderosa y enérgica que toma fuerza con las voces y las melodías en la guitarra.
Un tema poderoso que no se guarda nada y nos muestra el rock más cañero y
desenfrenado de Airbourne.
Con un ritmo monótono, apoyado en el hit-hat de la batería,
se muestra Runnin´ Wild, tema homónimo del disco y el que, si bien no
tiene un ritmo frenético y acelerado que su antecesor, si muestra a la dupla O'Keeffe
mas inspiradas que nunca, mostrándonos un coro fresco y disfrutable, que se
mueve a través de voces desgarradas, solos virtuosos y una línea rítmica bastante
sólida.
Too Much, Too Young, Too Fast, junto con sus
antecesores, es otro clásico de la banda, el cual se mueve por un riff standard
que funciona como la columna vertebral del tema, cuyo punto álgido se encuentra
en su coro. En los solos de guitarra, es donde más se nota la influencia Young.
Un rock mucho más moderno y versátil se desenvuelve en las líneas
de Diamond In The Rough. Un tema que se apoya en riff secos y crudos a través
de una voz dura que se mueve en un ambiente cómodo. Nuevamente, tenemos un coro
rescatable, entretenido y repetitivo.
Fat City sigue la misma fórmula de su antecesora,
pero con un sonido mucho más monótono y plano. Además, se asemeja mucho a Shoot
to Thrill de AC/DC, pero no logra cautivar o entretener como la misma. Lo
mas rescatable es el solo en la guitarra, lo demás formula repetida y aburrida.
Con unas líneas disminuidas en su comienzo parte Blackjack,
que, si bien es enérgica y potente suena igual a otro tema de la banda llamado Ready
to Rock, grabado en su primer EP y regrabado en su posterior álbum Black
Dog Barking. Un tema efusivo y eufórico que sirve como precuela para lo que
vendría a posterior.
Semejante a Too Much, Too Young, Too Fast nos
llega What's Eatin' You, la cual, al igual que Fat City, nos
presenta la fórmula más repetida y aburrida del grupo, mostrando un tema plano,
que, si bien tiene todos los atributos característicos de la banda, no logra
despegar y destacar.
Mucho más enérgica que su antecesora se muestra Girls
in Black, que sigue la misma línea que Blackjack, pero de una manera
mas discreta que la misma, pero con mayor uso de cortes de ritmo en su métrica
y excesivas voces corales en su interpretación.
Uno de los puntos altos del disco llega con Cheap Wine
& Cheaper Women, la cual entrega un riff novedoso y dinámico que se
mueve por una línea vocal que, si bien es mas medida, posee fuerza y energía desenvolviéndose
de mejor forma en el coro. Es una canción con la licencia Airbourne en todo su
esplendor: Voces crudas, coro entretenido y coreable, solo de guitarra
demoledor y una línea rítmica sólida.
El desastre que fue What's Eatin' You, se corrige
con Heartbreaker, que con una línea rítmica constante y monótona, logra
cautivar al oyente a través del gran trabajo vocal de Joel O'Keeffe, siendo el
punto alto de todo el tema y por el cual nos dejamos llevar a lo largo del
mismo.
Hellfire, canción que apareció en algunas
versiones del disco, sigue la línea clásica de los temas más enérgicos y dinámicos
del álbum, que puede sonar como mas de lo mismo, pero que, sin embargo, tiene
una voz mucho mas entregada y gritona que sus predecesoras. Adicionalmente, la línea
rítmica toma un papel protagónico a través de la guitarra rítmica y batería.
Con Let´s Ride nos llega un tema enérgico y potente,
aunque totalmente predecible, siendo idéntico a Blackjack, y los otros
del mismo estilo. Probablemente, por esto, Hellfire aparece en algunas
versiones del disco, ya que antecedía a Let´s Ride repitiendo exactamente
la misma idea.
Un trabajo que con doce canciones nos deja más que claro que la banda viene con ideas nuevas, frescas, rockeras y a patear unos cuantos traseros. En aquella ocasión podríamos decir que eran dignos discípulos de AC/DC, y por ende, la voz renovada de los hermanos Young, consolidándose con el disco No Guts. No Glory. Sin embargo, hoy...ese apelativo les queda bastante grande.
“We're ready, so get ready
We're gonna rock, rock tonight”
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