viernes, 31 de octubre de 2014

Van Halen III (1998) - Van Halen - Critica


Corría el año 1996 y en el seno de la agrupación Van Halen se producía una sensación de incertidumbre y confusión. Esto, como consecuencia, de la salida de Sammy Hagar del conjunto debido a problemas y apreciaciones personales y musicales con los hermanos Van Halen. Mucho se especuló, en aquella época, de que Sammy Hagar había renunciado al grupo o si los hermanos Van Halen lo marginaron de la banda. Sin embargo, el hecho cierto es que Van Halen se quedaba sin vocalista ni frontman para sus proyectos y expectativas musicales futuras.

Atrás quedaban aquellos tiempos de éxito, gloria y reconocimiento a cargo de la voz de David Lee Roth y atrás quedaban esos tiempos de madurez musical y emocional alcanzados bajo el alero de la voz de Sammy Hagar por medio de discos como 5150, OU812 o Balance, en los cuales la banda lanzaba indirectas y apreciaciones negativas a su ex cantante Diamond Lee Roth. En los años posteriores a la salida de Hagar, vendrían tiempos complicados y difíciles para Van Halen producto de un silencio musical de 3 años y de la tediosa búsqueda de un nuevo  cantante para la banda.

Ray Danniels era el encargado de manejar y dirigir los asuntos pertenecientes a la banda, además de manejar estos mismos en la banda de Boston “Extreme”, por lo que sugirió a Gary Cherone como el nuevo vocalista para Van Halen. Cherone, por su trabajo en “Extreme”, había alcanzado cierto reconocimiento y popularidad a través de temas como Play With Me, Rest In Peace y la famosísima balada romántica More Than Words, lo que lo posicionaba en un buen lugar para encargarse de las voces del conjunto estadounidense. Sin embargo, Van Halen III no alcanzo las ventas y notoriedad esperadas, siendo el álbum menos vendido y apreciado de la banda.

Neworld: El disco comienza con la instrumental Neworld. El teclado y las guitarras acústicas conducen al tema por melodías tranquilas, relajadas y amenas. A pesar de su corta duración, es un instrumental agradable y deleitable para el oyente. Sin embargo, hubiera cuajado perfecto en la finalización del disco para darle esa sensación de término y culminación reposada y serena.

Without You: El primer sencillo del álbum se nos presenta con Without You. Las baterías iniciales de Alex nos conducen a un fraseo distorsionado de Eddie, el cual da la partida a los primeros versos entonados por Cherone. El tema se conduce por un riff rockero y cañero a cargo de Eddie, quien, además, aporta fraseos con su sonido particular al finalizar los versos y estrofas del tema. Sin embargo, el tema me recuerda mucho al sonido de Extreme y me rememora al tema Rest In Peace, lo que a momentos hace perder ese sonido característico y único de Van Halen. El coro no enciende y crea la sensación de que nunca va a despegar volviéndose algo tedioso y aburrido. Sinceramente, no entiendo que atmosfera quisieron crear con esas voces de eco que se escuchan durante todo el tema, ya que no aportan en demasía ni le dan un plus aparente a la canción. Cherone a pesar de entregar fuerza, potencia y disposición principalmente durante los versos, no logra salvar y reputar la canción. Eddie nos entrega un gran solo, como es de costumbre, con versatilidad y virtuosismo. Un tema bastante correcto y algo discreto que, tal vez, tuvo la intencionalidad de ser una gran canción con un estribillo pegajoso y encendido, sin embargo, este anhelo lo haría cavar su propia tumba.

One I Want: Con la sonoridad característica de la era Hagar se nos presenta One I Want, el cual corresponde al segundo sencillo del disco. Por momentos, esas guitarras iniciales a cargo de Eddie me recuerdan a Ain't Talkin' 'Bout Love, obviamente, con menor calidad e intensidad que su antecesora del año 1978. Este tema se hace mas disfrutable y agradable que su antecesor mostrándonos un sonido mas particular e identificable con la era de Sammy Hagar al interior de la agrupación. Cherone demuestra potencial y entrega en cada una de las partes vocales de la canción, sin embargo, mi única critica sería  a su intencionalidad por querer asemejar su timbre vocal al de Hagar. Eddie conduce al tema por riffs rockeros mesurados y distorsionados con un sonido muy reggae y a la vez cañero, propios de su era de finales de los 80’s y principios de los 90’s. El coro sin ser un estribillo pegajoso o recordable queda bastante bien para la métrica y estructura de la canción. Eddie es un maestro de las seis cuerdas y lo deja demostrado en cada oportunidad consolidándose en el solo. Alex nos muestra buenos redobles y cambios de ritmo en la batería.

From Afar: Con unas guitarras melancólicas y nostálgicas da comienzo From Afar. Eddie es quien conduce el tema, en todo momento, con cadencias deprimentes y tristes con un sonido distorsionado y de chorus. La voz de Cherone da una sensación de melancolía y quebranto en cada uno de sus pasajes sonoros. El tema entrega una sensación de pesadumbre y amargura, por lo tanto, lo hace un tema aburrido y deprimente para el oyente, el cual no despega en ningún momento y no entrega nada nuevo. A pesar de su cambio de métrica y estructura, en el minuto 3:20, y de que a momentos se escucha ese sonido único y particular de la banda, el tema cae en la imperceptibilidad y olvido general. El solo no brilla y no proyecta nada significativo.

Dirty Water Dog: Con un comienzo bastante extraño y experimental a cargo de Alex en la batería, adicionalmente del sonido de unos fierros cayendo y el pasado de una lija por algún objeto, da comienzo Dirty Water Dog. Si desde el comienzo el tema se nos presenta bastante extraño y raro, la estructura central y columna vertebral del mismo también se conduce por sonoridades experimentales y exóticas a cargo de Eddie. La voz de Cherone nos conduce por aires y pasajes más agradables y movidos. El coro es correcto y a momentos se vuelve un tanto pegajoso. Es uno de los temas más experimentales, singulares y misteriosos del disco, ya que posee una estructura compleja y progresiva, sin embargo, tiene momentos amenos y degustables para el oyente.

Once: Con un teclado melancólico y lacónico da inicio Once. ¿Van Halen cantando canciones al estilo de Phil Collins? Así es, ya que el tema recuerda ese sonido característico y particular del ex cantante de Genesis. Si hasta los mismos efectos y alteraciones vocales que usa el cantante ingles se utilizan en esta canción. El tema tiene un aire y sonoridad cinematográfica y de película al estilo Disney. La batería de Alex mantiene la calma y mesura durante todo el tema y Eddie brilla a cargo de las seis cuerdas y en su rol de tecladista. Nuevamente, nos encontramos ante un Cherone que quiere imitar y asemejar su timbre vocal a un reputado y reconocido vocalista como lo es Phil Collins. El tema es agradable y hubiera quedado perfecto para alguna producción del cine, sin embargo, su excesiva duración lo hacen caer en la monotonía y uniformidad.

Fire In The Hole: Con el sonido de las hélices de un helicóptero combinado con un sonido futurista y vanguardista surge Fire In The Hole. El tema se conduce por un riff rockero de gran calidad y clase que desborda potencia y fuerza. Cherone ruge y proyecta energía y potencia en todas sus líneas vocales. El tema posee buenos cambios de ritmo y sonoridades variables lo que lo hacen caer, por momentos, en una composición de rock progresivo. Eddie se muestra mucho más comprometido y habilidoso en el solo. El coro, nuevamente, es correcto y disfrutable. Fire In The Hole representa el tercer sencillo del disco y es probablemente una de las composiciones que mas destaque dentro del mismo. Con lo anterior, no quiero decir que sea una canción trascendental y relevante en la carrera del conjunto estadounidense, pero dentro de todo lo aburrido y tedioso que puede resultar el álbum, algo decente y rescatable se puede obtener.

Josephina: Nuevamente las guitarras acústicas nos invaden en el comienzo de Josephina. Eddie aporta buenos fraseos y notas mantenidas con su guitarra eléctrica. Las guitarras acústicas, por momentos, se doblan y caen en un juego de primera y segunda voz u octavas. Sin embargo, lo que en un inicio se vislumbra como una balada romántica y emotiva, se convierte en una cadencia con intervalos de fuerza y agresividad e intervalos de tranquilidad y calma. El solo de Eddie nos entrega el momento más alto del tema, ya que el resto mantiene una estructura extraña y de la cual no se logra captar del todo la idea. Es uno de los momentos más bajos de la voz de Cherone, se nota que este tipo de temas experimentales y con cambios de métrica no le acomodan del todo. El coro, si es que lo podemos llamar así, no proyecta nada rescatable o significativo y pasa totalmente desapercibido. Al comienzo uno disfruta de esas sonoridades en las guitarras acústicas, sin embargo, y conforme avanza el tema, llegamos a decir: Que pase el siguiente….

Year To The Day: El comienzo acústico de Year To The Day es agradable y deleitable, ya que tiene tintes y aires a guitarra española o flamenca; incluso se escuchan unas castañuelas por ahí. Cherone comienza a entonar los versos de manera emotiva y melancólica acompañado siempre de la melodía acústica de Eddie hasta que, en el minuto 2:10, Cherone hace explotar el tema con la frase: ¡¡¡A year to the day !!!. Con esto el tema toma una métrica progresiva y rockera, en la cual Cherone se desenvuelve con gran calidad y soltura. Vuelta nuevamente a las guitarras acústicas y sentimentales hasta la parte del A year… que mencionaba anteriormente. El tema se desarrolla por estas dos métricas, por un lado la acústica y melancólica y por el otro la progresiva y rockera; destacando por sobretodo la rockera en donde la banda se proyecta de mejor manera y forma.

Primary: El otro instrumental del álbum se nos presenta con Primary. Instrumental acústica a cargo de Eddie con toques de la India y de sitar. Al final, se escucha una sonoridad mantenida con aire futurista y experimental. Su corta duración y su poco sentido de musicalidad, lo hacen pasar sin pena ni gloria.

Ballot Or The Bullet: Ballot Or The Bullet es otra de las composiciones más destacadas del disco y compite muy de cerca con la calidad de Fire In The Hole, la cual ya he mencionado como otra de las rescatables del álbum. Con unos fraseos iniciales interesantes y distorsionados, con ese sonido característico de la banda, el tema estalla en un riff cañero, movido y rescatable. La canción me hace acordar a esos temas hardrockeros y movidos de la época de Lee Roth en la banda como On Fire, Romeo Delight, Hot For Teacher, etc. Cherone se muestra cómodo y de manera plena en toda la composición entregándole poder, fuerza y energía en cada pasaje. El solo muestra virtuosismo y habilidad moviéndose por ritmos cortantes y cambiantes. El coro es enérgico y se eleva a través de la voz de Cherone.

How Many Say I: How Many Say I tiene un comienzo bastante extraño con unos teclados entrecortados, sin embargo, tienen una melodía agradable y amena. El tema se nos presenta como una balada sentimental y emotiva y a Cherone se lo nota mas comprometido en la parte vocal. El tema me hace acordar a aquellas baladas de melancolía y tristeza que se pueden apreciar en el disco The Wall de Pink Floyd. Las voces que se aprecian en el coro y en los versos de la canción resultan deleitables para el oyente y lo transportan por esa sensación sentimentalista y emotiva que tienen este tipo de composiciones. Destacar el trabajo en los teclados por Eddie, no solo sabe tocar bien la guitarra, sino que también lo hace realmente bien en las teclas. A pesar de no ser una balada que quede en la memoria colectiva de la fanaticada de la banda, constituye un cierre agradable para el álbum en cuestión.

Habiendo escuchado toda la discografía del conjunto estadounidense puedo decir, a ciencia cierta, que este constituye su trabajo discográfico mas bajo y de poca calidad en comparación con el resto de su trayectoria musical. Al parecer en este álbum, Van Halen perdió el rumbo y el camino que tantos éxitos le habían entregado en el pasado; tal vez se deba a ese sentimiento de incertidumbre y confusión que existía al interior de la banda. Quizás la voz y el potencial de Cherone no se aprovecharon de la mejor manera posible, y esto, se puede deber al bajo nivel y calidad de las canciones del disco. A pesar de que Michael Anthony sale en los créditos del disco, este simplemente participo en el bajo de los tres sencillos del álbum, los demás bajos quedaron a cargo de Eddie Van Halen. Luego de este trabajo discográfico, Van Halen opto por un extenso silencio musical, el cual se demoraría alrededor de 14 años en entregar un nuevo álbum (A Different Kind of Truth).


…And you're the one I want (the one I want)
The only one I want (the one I want)…”