lunes, 27 de abril de 2020

Dial Hard (1994) - Gotthard - Critica



Al igual que sus colegas Krokus, Gotthard es una banda suiza, que ha gozado de gran popularidad y éxito mundial en la escena del Rock. Desde su formación a principios de los 90´s, por parte de su ex vocalista Steve Lee, el cual falleciera trágicamente en el año 2010 en un accidente de moto, y su guitarrista Leo Leoni, ha sabido cosechar trece trabajos de estudio, los cuales los siguen manteniendo vigentes hasta el día de hoy, a pesar, de los cambios en su formación.

En esta oportunidad, comentaremos Dial Hard, disco que lidero las listas suizas tras su lanzamiento y logro vender aproximadamente 30.000 discos a nivel mundial. Este material posee un cambio significativo en el sonido y composición de la banda desde su antecesor Gotthard.

Con las vocalizaciones de Lee sumergidas en un leve efecto surge Higher, la cual recibe la improvisación de la banda a través un acorde distorsionado y una parte rítmica desenfrenada. Poco a poco la canción va tomando identidad mediante un riff constante, sostenido por la parte rítmica, el cual baja sus decibeles durante los versos para darle preponderancia a la voz de Lee, quien se apodera del tema con el apoyo de las voces corales. También, los cambios de ritmo marcan la pauta que da paso al coro y a un tema con altas dosis de Rock and Roll.

Un riff crudo, desde su inicio, es lo que nos plantea Mountain Mama, el cual funciona como hilo conductor del tema. En este sentido, resulta interesante el uso del Talk Box en ciertos momentos, por parte de Leoni, sobretodo en el solo de guitarra del mismo. En sus versos, se mueve por pasajes tranquilos, pero irradia energía en sus coros con acordes a tope y un riff constante.

La efervescencia y desenfreno llegan con Here Comes The Heat, en donde vemos a un Lee y Leoni a tope a través de una batería frenética y un bajo de ritmo constante. En el coro, la voz de Lee se apoya en coros spaces que son gancheros y atractivos, deambulando entre guitarras duplicadas y un solo breve y efectivo, que se funde con las vocalizaciones de Lee.

Un riff agresivo desde el comienzo por un bajo marcando la tónica, se desenvuelve She’s Goes Down, donde la voz de Lee se mueve por sonoridades desgarradas y agudas; tomando fuerza en la parte del coro, en donde se mantiene el eco de su voz, al termino de los mismos. El tema sigue la línea de sus antecesoras, encontrando su gran atractivo en el coro y el solo de guitarra eléctrica.

El primer cover del disco nos llega de la mano de I'm Your Travelin' Man, con un bajo marcando el ritmo apoyado con el apoyo del hit-hat y una guitarra melódica tranquila. Durante sus primeros pasajes, la canción deambula dentro de la improvisación y unos versos serenos hasta la incorporación de la voz de Lee, la cual detona en la sección intermedia y el coro de la canción. El tema se va moviendo, durante sus versos, por parajes mesurados y, durante sus coros, por momentos crudos y rockeros jugueteando de forma intercalada con los mismos.

Con una batería solitaria hasta la incorporación del riff, con sus fraseos correspondientes, se presenta Love For Money, la cual muestra a un Lee mucho más agudo y gritón Si bien la canción, tiene fuerza y energía, principalmente, por la voz aguda de Lee, posee cierta monotonía en su riff principal, la cual la vuelve tediosa y aburrida a ratos.

Una batería haciendo unos redobles de tambores, acompañada por una guitarra distorsionada y distante, se nos muestra Get It While You Can, la cual descansa en versos tranquilos conducidos por arpegios de guitarra y una batería monótona. El tema va tomando fuerza conforme avanza, sin embargo, durante sus versos, vuelve a utilizar su fórmula mesurada, por ende, pierde peso y fuerza. Probablemente, lo mas rescatable sea su coro y el uso del Talk Box.

Con una guitarra acústica y un Lee entregado al máximo en la improvisación, comienza el cover de The Beatles, Come Together. Si bien el tema sigue la línea central del original, se desmarca completamente de este, debido a los arreglos e identidad que le aporta el conjunto, convirtiendo el cover de manera impresionante como otro más de su catálogo. Con guitarras distorsionadas y un sin número de efectos, una base rítmica sólida y acoplada y una voz que conduce el tema con esas tonalidades altas y agresivas, se nos presenta un cover digno de admiración.

Un riff distorsionado y unas risotadas, comienza Dirty Devil Rock, la cual tiene fuerza y energía en sus versos y coros con esos aullidos característicos de Lee, los cuales le dan un valor agregado al tema. La canción, en cuestión, tiene de todo un poco: voces agresivas, riff y fraseos distorsionados, base rítmica sólida y un coro ganchero.

Con un riff potente comienza Open Fire, a la cual se le van sumando una batería dura y los aullidos de Lee, quien comienza a juguetear con vocalizaciones al más puro estilo de Robert Plant. El tema mantiene un modo efectivo que se muestra tanto en su parte A como B, donde destaca la voz de Lee y los riffs de Leoni, que a veces se duplican para entregarle riqueza al tema. El coro es enérgico y deambula en efectos de eco y reverb. Tiene una parte intermedia en donde la batería marca el ritmo, conjuntamente con el bajo, para dar paso a un solo breve y efectivo en la guitarra eléctrica.

Para finalizar, culminamos con una power balada al más puro estilo de Poison, con guitarras acústicas arpegiadas y una voz sincera y tranquila. I´m on My Way es un tema calmo que deambula, durante sus versos, en la voz de Lee y las guitarras acústica de Leoni, sin embargo, eso cambia con la incorporación de la batería y bajo, los cuales le dan un toque distorsionado y pesado. La canción deambula entre sonidos pesados y tranquilos en una dosis perfecta.

La versión asiática del disco, incluye la original Good Time Lover, la cual sigue la línea de los temas más rock and rolleros de Led Zeppelin, y también el cover de los mismos Rock and Roll.

Esos años de agresividad y euforia de los Gotthard antiguos, lamentablemente, no van a llegar, ya que sin la figura de Steve Lee se perdió esa magia y energía en la banda. Sin embargo, Nic Maeder no lo ha hecho nada mal como su nuevo vocalista y la ha entregado otro aire a la banda, quizás más orientado al Pop Rock, pero sin perder del todo su identidad, aunque jamás podrá llenar el vacío del difunto Lee. Si es primera vez que escuchas a Gotthard, te recomiendo darles una oportunidad, ya que son una banda que merece mucha mas masividad de la que ha tenido.

“Here comes the heat
Like you never knew before”

martes, 21 de abril de 2020

Prisoners in Paradise (1991) - Europe - Critica



Los años 90´s fueron tiempos difíciles para Europe. Después de la salida de uno de sus principales compositores, Matt Sorum, debido a sus problemas con la comercialización y popularidad de la banda, se sumó el interés masivo por la ola del Grunge, la falta de notoriedad de la banda y los problemas internos de la misma. Todo lo anterior, conjuntamente con las adicciones y vicios de los miembros de la banda, fueron los factores determinantes para que, luego de Prisoners in Paradise, fuese el último trabajo discográfico de Europe durante los 90´s; teniendo que pasar más de 10 años para su reunión y nueva era.

Resulta curioso lo que pasa con Europe a través de los años, ya que su primer disco Europe tenía una clara tendencia hacia el Metal Neoclásico o Power Metal, cuyo sonido era similar a Yngwie Malmsteen. Su segundo material Wings of Tomorrow se orientaría más a los sonidos Hard Rock clásicos, al más puro estilo de Scorpions. Sin embargo, a partir de The Final Countdown es donde se comenzaría explotar la beta más comercial del conjunto inspirada en los sonidos del Glam Rock que los harían tan conocidos y populares a nivel mundial. Los discos correspondientes a la nueva era (años 2000´s), cuyo comienzo ocurre con Start from the Dark, presentan sonoridades de Rock Moderno al estilo Whitesnake, dejando de lado todos los sonidos probados en su pasado exitoso.

All or Nothing comienza con unas guitarras distorsionadas y duplicadas, sobreponiéndose una sobre la otra, con una base de batería sólida, hasta la entrada de la voz de Tempest. Durante sus versos, se destaca la voz de Tempest, la cual se apoya constantemente en las voces corales, similar al sonido de bandas como Def Leppard o Bon Jovi. El coro es bastante entretenido y dinámico, donde relucen las voces corales, conjuntamente con la voz de Tempest, y los cortes rítmicos aportados por el bajo y la batería. Marchello muestra todos sus dotes en la guitarra en un solo frenético y efusivo hasta que se da final al tema con la repetición constante del coro.

Con un sonido mucho más similar a Bon Jovi o al Van Halen de Sammy Hagar, se desenvuelve en su comienzo el single Half of Heaven, la cual sigue una línea similar a su antecesora, con la voz de Tempest resaltando mientras deambula por una parte rítmica bastante sólida. Nuevamente, tenemos unos coros pegadizos, sin embargo, no logra impresionar tanto como el corte anterior. Las líneas del teclado de Michaeli pasan un tanto desapercibidas, pero resaltan y aportan al tema.

El segundo single del disco, nos llega de la mano con la balada I´ll Cry For You, la cual se respalda en la línea central de la guitarra eléctrica, que aparece en momentos puntuales, pero otorga orden y lógica a la canción. A lo anterior, se le debe considerar la parte rítmica, quienes son el complemento perfecto para que la voz de Tempest, que es tranquila y mesurada en los versos, estalle en los coros; entregándonos una balada rockera memorable y recordable para el oyente.

Con una vocalización al estilo Blues, comienza Little Bit Of Lovin', la cual, durante sus versos, se mueve por un riff agresivo y una voz cruda, sin embargo, durante sus coros, se mueve por líneas similares a All or Nothing y Half of Heaven, siendo quizás mas atractiva que esta ultima por su riff conductor. A partir del minuto 3:00, las aguas se calman y el tema deambula por una guitarra llena de efectos y las voces tranquilas de Tempest y compañía hasta volver al coro nuevamente.

Talk to Me es una canción que carece de energía y poder, ya que se mueve por un riff flojo y monótono que resulta poco atractivo. Si a esto le sumamos, los efectos de eco de las segundas voces durante sus versos y coro, no se logra poner en flote a un tema discreto y plano.

Nuevamente un riff que resulta poco decoroso y atractivo nos conduce por Seventh Sign, sin embargo, esta muestra mucha más actitud y animo que su antecesora. Su coro es lo más interesante, ya que Marchello se adueña del tema aportando líneas melódicas en la guitarra que se mueven por diversos efectos y sonidos, además del virtuosismo latente en Kee. Con un solo al estilo Malmsteen se consolida este virtuosismo latente, aunque no deja de ser un tema discreto.

Llegamos a la joya del disco y que da nombre al mismo, Prisoners in Paradise. Con las voces de diversas personas, apoyadas en sonidos en el teclado, llegamos a unas líneas de la guitarra octavadas y duplicadas que funcionan como conductores de la procesión de instrumentos que se le incorporan con total agresividad y emotividad. Con esto damos paso a los versos, en donde la voz de Tempest se fusiona en una simetría perfecta con los acordes en los teclados de Michaeli, hasta pasar al interludio donde se unen los demás instrumentos para darle fuerza y potencia al tema, desembocando en un coro cargado de sentimiento. El mejor tema del disco sin dudas.

Un riff potente y ganchero nos llega con Bad Blood, rememorando a Ready or Not, el cual tiene toda la identidad de Europe. Una guitarra agresiva de Marchello y la voz desgarrada de Tempest, conjuntamente con un coro bastante pesado y patea culos, son el complemento perfecto para disfrutar del tema de principio a fin. Además, cuenta con una parte central que es mas lenta, en la cual se repite el coro con el acompañamiento de las segundas voces y la guitarra haciendo el fraseo central del tema hasta decantar en un solo veloz y efusivo por Marchello.

Homeland es un tema lento y calmo que se mueve por líneas ambientales en los teclados y una guitarra que aporta pequeños fraseos a la protagónica voz de Tempest. Si bien se incorpora la batería y el bajo durante su segunda parte cantada, se sigue moviendo por esta línea relajada. Los teclados Hammond se dejan ve manera sutil, en una balada que, si bien no tiene la elegancia de las presentadas con anterioridad, no resulta del todo indecorosa.

Got Your Mind In The Gutter se mueve en las líneas similares de Talk to Me, siendo otro tema, que, si bien tiene un ritmo agresivo y monótono, se convierte en otro tema discreto que abusa, excesivamente, de su ambición y planteamiento, hundiendo al mismo esa sensación de que suena exactamente a algo escuchado.

Con unos teclados, cuyas sonoridades son más experimentales que cualquier otro, se mueve 'Til My Heart Beats Down Your Door. Si bien muestra un sonido diferente en su comienzo, luego se transforma en un tema clásico de Europe, apoyado en las vocalizaciones de Tempest y las intervenciones de Marchello. Un intento que no resulta del todo, pero se agradece por su osadía.

En un tono más space ambiental, con las líneas melódicas de Marchello, comienza Girl From Lebanon. Luego de esto, el tema agarra un ritmo agresivo rosando el Heavy Metal, moviéndose en la voz de Tempest y los teclados de Michaeli. La canción presenta buenos cortes rítmicos y sonoridades interesantes. Lo anterior, apoyado en un coro crudo y una guitarra eléctrica a tope.

Es curioso pensar que, si bien no es el mejor trabajo de los Europe, si tiene canciones memorables, las cuales, al día de hoy, se dejan aun escuchar en sus conciertos. Si bien un tiempo atrás, la banda había decidido dejar enterrado su pasado más exitoso, tocando únicamente canciones actuales y recordando las canciones más memorables de The Final Countdown. Sin embargo, últimamente, han ido retomando los recuerdos latentes de aquellas canciones memorables de sus primeros años, quizás más por insistencia del público que por un deseo personal…Quien sabe.

“Just like prisoners in paradise
Still far from heavens door”

viernes, 10 de abril de 2020

Who Do We Think We Are (1973) - Deep Purple - Critica



Con el paso el tiempo, Who Do We Think We Are ha quedado un tanto olvidado y relegado por los oyentes de Deep Purple. En su oportunidad, la crítica fue descarnada con el mismo, catalogándolo como un disco aburrido y experimental que, si bien plantea un sin número de ideas musicales, estas no logran conectarse de buena forma; convirtiéndose, además, en un intento desesperado de la banda por sobrellevar una difícil situación dentro de la misma.  

Luego del Machine Head, y de lo tedioso que fuera el proceso de composición y concierto entorno al mismo, se fueron produciendo muchos más roces y quiebres al interior de Deep Purple, sobretodo entre Blackmore y Gillian. En este sentido, y con una falta de motivación aparente, procedieron a escribir un nuevo trabajo, bajo la excusa de tratar de solucionar las tensiones latentes en el proceso compositivo y de grabación del mismo. Por esto, tomaron ideas antiguas poco trabajadas y otras nuevas, para mezclarlas y dar vida a las canciones que componen Who Do We Think We Are.

Probablemente, Who Do We Think We Are no sea una obra maestra de los ingleses, ya que representa un punto de transición entre los fabulosos Machine Head y Burn, pero tiene una que otra canción rescatable. Además, representaría el último trabajo de la primera formación clásica de la banda, antes que las tensiones fueran tan insostenibles, que provocaran el alejamiento de Ian Gillan y Roger Glover, siendo más una despedida que una renuncia.

El disco parte con la icónica Woman From Tokyo, la cual posee una identidad bastante única y es el track más rescatable de este trabajo. El tema, en cuestión, parte con un marcado ritmo en el hit-hat de batería, el cual, a través de la incorporación de las líneas de bajo y guitarra, decanta en un riff que conduce al tema en la mayoría de sus pasajes; apoyado por las líneas del teclado. Gillan es quien más luce a través de sus líneas y recursos vocales, generando una gran interpretación de la misma. Se debe destacar el cambio de rítmica en el minuto 2:00, donde se produce la invasión de sonidos Space para otorgar tranquilidad y mesura al tema. Por el final, se pueden escuchar líneas de clara inspiración Blues otorgadas por el teclado. Un claro homenaje a la ciudad de Japón, lugar famoso por su fanaticada acérrima a las bandas de Rock inglesas y norteamericanas.

Por una línea mucho más tranquila se desenvuelve Mary Long, en la cual podemos ver a un Blackmore mucho más distante, quedando como el perfecto acompañante de la base rítmica. Nuevamente, la voz de Gillan cobra relevancia, a través de los acordes y rítmicas del teclado de Lord. Sin embargo, en el solo de guitarra es donde aparece un agresivo Blackmore para desenvolverse en su clásico estilo neoclásico. Si bien, al final, se insinúan ciertos cambios de ritmo con una tendencia claramente medio oriental u árabe, estas no logran atrapar ni convencer al oyente.

Super Trooper es más interesante que sus antecesoras, ya que se mueve bajo un concepto bastante Progresivo y Space, con diversos cambios de ritmo y el uso excesivo de efectos. El tema deambula entre las voces limpias y las voces distorsionadas que recuerdan bastante a los sonidos clásicos de Pink Floyd o Cream.  Esto último, es lo que termina por ser perjudicial para el tema, ya que la voz de Gillan pierde fuerza e intensidad con el uso exacerbado de efectos vocales. Sin embargo, en las partes limpias es donde más brilla su voz, con esos cortes de rítmica que son lo más interesante y rescatable de la canción.

La precuela de Speed King debió originar Smooth Dancer, la cual se desenvuelve por una rítmica más rockera y agresiva a través de la voz desgarrada de Gillan y el riff central de Blackmore. Conforme avanza la canción, esta se torna bastante Rock and Roll a través de las líneas en el teclado de Lord, quien funciona como maestro de ceremonia para este tipo de canciones, siendo además quien más brilla a través de un solo frenético y acelerado en el Hammond.

El riff inicial de Blackmore marca el comienzo a Rat Rat Blue, siendo los otros instrumentos meros acompañantes del desplante e interpretación de Ritchie. Luego de esto, Gillan participa con su voz, la cual entra con tan poca fuerza, entrega y emoción, que no logra cautivar ni atrapar en lo absoluto. Lo más destacable son las líneas y melodías en la guitarra de Blackmore, las cuales marcan la línea y riff central del tema. Hacia el final, se incorporan unas líneas de teclado desenfrenado, que poco aportan y contribuyen; generándose un experimento demasiado malo.

Place in Line es un tema rockero con claros tintes Blues, cercanos al estilo Chicago Blues, en donde podemos escuchar a Gillan que muestra una voz extraña y experimental. La influencia blusera de Lord y Blackmore son quienes conducen el tema, los cuales tratan de incorporar elementos clásicos de la banda como una manera de diversificar la monotonía de este tipo de canciones.

Con un ritmo mas cortante, que se asemeja a los sonidos clásicos utilizados por John Lennon, se mueve Our Lady, la cual es un tema discreto y calmo que tiene tintes al góspel a través de las voces corales que elevan el nombre de la canción. Sin embargo, se desarrolla por ciertos cambios de ritmo, principalmente en los teclados, que la vuelven poco entendible y experimental.

Quizás, lo que en su oportunidad no atrapo a la crítica, y hasta cierto punto sea verdad, es el uso exceso de ritmos que se van introduciendo de manera forzada en las canciones durante su desarrollo, generando una “ensalada de ideas” que, en muchas ocasiones, no llegan a buen puerto. Como mencione, de lo poco que se puede rescatar del trabajo, hay ciertas canciones que hasta el día de hoy son icónicas para los fanáticos de la banda. Claramente este no es el peak creativo y compositivo de la banda, mostrando a una banda desganada con claros motivos para no volver a trabajar juntos.

“My woman from Tokyo
She makes me see”

jueves, 9 de abril de 2020

Runnin´ Wild (2008) - Airbourne - Critica



El debut discográfico de los australianos Airbourne es, probablemente, el trabajo discográfico mas inspirado y diverso de los mismos. En su oportunidad, el disco gozo de gran éxito y popularidad para la banda, haciéndolos ganadores de diversos premios y llevándolos a compartir con grandes estrellas de la escena como Slash y Lemmy Kilmister, este último apareciendo en el videoclip de la canción homónima del disco.

Como ya hemos mencionado en otra crítica, la influencia en el sonido y la composición de la banda esta muy relacionada con AC/DC. (http://ladimensiondelrock.blogspot.com/2020/02/boneshaker-airbourne-critica.html). De hecho, Angus Young menciono, en alguna ocasión, que veía en la banda una gran proyección y que gustaba de su sonido.

El disco comienza con Stand Up For Rock ´N´ Roll, la cual parte de manera calma y mesurada a través de un fraseo en la guitarra solista que va acelerando, a medida que se van sumando el resto de los instrumentos. La canción se detiene un par de segundos y decanta en una progresión poderosa y enérgica que toma fuerza con las voces y las melodías en la guitarra. Un tema poderoso que no se guarda nada y nos muestra el rock más cañero y desenfrenado de Airbourne.

Con un ritmo monótono, apoyado en el hit-hat de la batería, se muestra Runnin´ Wild, tema homónimo del disco y el que, si bien no tiene un ritmo frenético y acelerado que su antecesor, si muestra a la dupla O'Keeffe mas inspiradas que nunca, mostrándonos un coro fresco y disfrutable, que se mueve a través de voces desgarradas, solos virtuosos y una línea rítmica bastante sólida.

Too Much, Too Young, Too Fast, junto con sus antecesores, es otro clásico de la banda, el cual se mueve por un riff standard que funciona como la columna vertebral del tema, cuyo punto álgido se encuentra en su coro. En los solos de guitarra, es donde más se nota la influencia Young.  

Un rock mucho más moderno y versátil se desenvuelve en las líneas de Diamond In The Rough. Un tema que se apoya en riff secos y crudos a través de una voz dura que se mueve en un ambiente cómodo. Nuevamente, tenemos un coro rescatable, entretenido y repetitivo.

Fat City sigue la misma fórmula de su antecesora, pero con un sonido mucho más monótono y plano. Además, se asemeja mucho a Shoot to Thrill de AC/DC, pero no logra cautivar o entretener como la misma. Lo mas rescatable es el solo en la guitarra, lo demás formula repetida y aburrida.

Con unas líneas disminuidas en su comienzo parte Blackjack, que, si bien es enérgica y potente suena igual a otro tema de la banda llamado Ready to Rock, grabado en su primer EP y regrabado en su posterior álbum Black Dog Barking. Un tema efusivo y eufórico que sirve como precuela para lo que vendría a posterior.

Semejante a Too Much, Too Young, Too Fast nos llega What's Eatin' You, la cual, al igual que Fat City, nos presenta la fórmula más repetida y aburrida del grupo, mostrando un tema plano, que, si bien tiene todos los atributos característicos de la banda, no logra despegar y destacar.

Mucho más enérgica que su antecesora se muestra Girls in Black, que sigue la misma línea que Blackjack, pero de una manera mas discreta que la misma, pero con mayor uso de cortes de ritmo en su métrica y excesivas voces corales en su interpretación.

Uno de los puntos altos del disco llega con Cheap Wine & Cheaper Women, la cual entrega un riff novedoso y dinámico que se mueve por una línea vocal que, si bien es mas medida, posee fuerza y energía desenvolviéndose de mejor forma en el coro. Es una canción con la licencia Airbourne en todo su esplendor: Voces crudas, coro entretenido y coreable, solo de guitarra demoledor y una línea rítmica sólida.

El desastre que fue What's Eatin' You, se corrige con Heartbreaker, que con una línea rítmica constante y monótona, logra cautivar al oyente a través del gran trabajo vocal de Joel O'Keeffe, siendo el punto alto de todo el tema y por el cual nos dejamos llevar a lo largo del mismo.

Hellfire, canción que apareció en algunas versiones del disco, sigue la línea clásica de los temas más enérgicos y dinámicos del álbum, que puede sonar como mas de lo mismo, pero que, sin embargo, tiene una voz mucho mas entregada y gritona que sus predecesoras. Adicionalmente, la línea rítmica toma un papel protagónico a través de la guitarra rítmica y batería.

Con Let´s Ride nos llega un tema enérgico y potente, aunque totalmente predecible, siendo idéntico a Blackjack, y los otros del mismo estilo. Probablemente, por esto, Hellfire aparece en algunas versiones del disco, ya que antecedía a Let´s Ride repitiendo exactamente la misma idea.

Un trabajo que con doce canciones nos deja más que claro que la banda viene con ideas nuevas, frescas, rockeras y a patear unos cuantos traseros. En aquella ocasión podríamos decir que eran dignos discípulos de AC/DC, y por ende, la voz renovada de los hermanos Young, consolidándose con el disco No Guts. No Glory. Sin embargo, hoy...ese apelativo les queda bastante grande.

“We're ready, so get ready
We're gonna rock, rock tonight”

martes, 7 de abril de 2020

Riding With The King (2000) - B.B. King & Eric Clapton - Critica



Innumerables han sido los homenajes al Blues a lo largo de los años. Muchos de estos, han sido realizados a grandes canciones y exponentes del estilo afroamericano, sin embargo, de forma póstuma a sus propios autores e intérpretes.

No es desconocido el gusto por el Blues que radica en la figura de Eric Clapton. A través de los años, se leía en calles inglesas “Clapton is God” producto de su virtuosismo en la guitarra de este particular estilo interpretado por afroamericanos y popularizado por los años 40´s y 50´s.

En este contexto, Clapton comenzaría la grabación de una serie de discos homenajes al Blues como: Me and Mr. Jhonson, From the Cradle, entre otros. Probablemente, el mas significativo en esta materia, sea Riding with the King, en alusión a la participación activa de su ídolo y amigo BB. King. Una relación que se canalizaría en varias participaciones tanto de uno como del otro en varios materiales lanzados en vida. Recordar que BB fallecería en el año 2015 con 89 años.

El disco parte con el tema homónimo del disco, y probablemente el mejor del mismo, Riding With The King. Una canción que, si bien cuenta con una rítmica monótona, clásica del estilo, resulta atractiva y cautivante, a través de sus versos cantados, donde predomina la voz de Clapton junto a los coros, fusionados con las líneas solistas de Clapton y King, predominando más este último. A lo anterior, se le agrega un teclado que entrega pasajes inspirados en el sonido Hammond y unos coros que respaldan las líneas vocales. Es un tema que sabe sacarle provecho a todas las fortalezas de sus participantes, dejando de lado las debilidades o problemas que puedan presentar estos.

El clásico de King, Ten Years Long, no podría ser interpretado de otra forma que por el mismo BB. Un Slow Blues con todas sus letras, teniendo la emotividad y sentimentalismo clásico de este tipo de temas con la voz rasposa y gastada de King, donde nuevamente el teclado toma un carácter protagónico y la guitarra de Clapton sirve como un acompañante perfecto.

Otro clásico del estilo, Key to the Highway, ya versionado por Clapton con su banda Derek and the Dominos (http://ladimensiondelrock.blogspot.com/2020/03/layla-and-other-assorted-love-songs.html) toma protagonismo con la voz de mismo, a través de esos pasajes acústicos que nos recuerdan al Delta y Mississippi, sonidos propios del Blues más purista y rudimentario. Se va sumando la voz de King, que suena bastante cansada y forzada, para intercalar versos y estrofas con su amigo Eric, quien se ve mucho más cómodo y seguro en esta ocasión.

La distorsión wah wah al estilo Hendrix nos llega con Marry You, tema que toma fuerza con la incorporación del bajo y la batería. Nuevamente, Clapton y King se van intercalando los versos y estrofas del mismo, tomando fuerza en el coro de la canción con la participación de los coros. Un tema bastante Pop, que, si no fuera por las líneas solitas de las guitarras y sus pasajes con cambios de ritmo, podría ser perfectamente un tema de Simply Red.

Otro Slow Blues clásico de la mano con Three O’Clock Blues, representando el tema mas extenso del mismo, en el que predominan las improvisaciones de los participantes de la banda. En esta ocasión, tenemos las voces de Clapton y King mostrando emoción en cada uno de sus pasajes. Lo demás es derrochar virtuosismo por todos los rincones de la canción.

Help the Poor nos hace recordar al clásico All Your Love de Otis Rush. De hecho, en su parte rítmica y columna vertebral son idénticas. En esta canción, predomina el sonido característico de King, ya sea a nivel vocal como interpretativo en la guitarra, ya que la voz y guitarra de Clapton suenan algo distantes en su ejecución. Otro punto destacable, es la intervención de las coristas.

Un aire mucho mas rockero nos muestra I Wanna Be, en donde la banda, en sus primeros pasajes, se rinde a la figura de King, quien muestra un desempeño bastante discreto dentro de sus capacidades. Ciertamente, es un tema que le sienta bien a Clapton y rememora ese sonido que lograba con Derek and Dominos. De hecho, si nos fuera por la intervención del mismo, tanto vocal como interpretativamente, conjuntamente con el apoyo coral, la canción pasaría sin pena ni gloria.

Nuevamente, un tema acústico con Worried Life Blues, el cual toca la fibra mas sensible de Clapton, ya que fue uno de los grandes clásicos de su ídolo Freddie King, por tanto, es quien más aporta y participa en cada línea vocal que le toca interpretar y de cada línea virtuosa a mostrar en su guitarra acústica. La participación de King es mas discreta en su función de acompañante. Una canción que representa las preocupaciones y vicisitudes de vivir en el Blues.

Con un ritmo más bailable, clásico del Jump Blues y Rhythm and Blues, nos llega Days of Old, en donde las voces de Clapton y King se encuentran a tope, conjuntamente con el apoyo de las coristas. Es un tema bastante breve, pero que derrocha talento en los teclados y guitarras a través de un ritmo enérgico y fiestero.

When My Heart Beats Like a Hammer es un Slow Blues que muestra exactamente lo presentado por sus antecesoras. King es amo y señor deambulando por rítmicas cargadas de sentimentalismo y virtuosismo a nivel interpretativo, sumándole a esto la improvisación como punto álgido.

Con una improvisación notoria en las guitarras se va desenvolviendo Hold On, I'm A Comin´, la cual en sus primeros minutos se muestra instrumental con la intervención de los teclados, hasta que ingresa la batería y la voz para tornarse bajo la rítmica del Funk y Soul. El desplante de la voz de Clapton se deja ver en los versos y el de King durante los coros. El virtuosismo clásico es formula probada y no falla en esta ocasión.

Un tono nostálgico y melancólico, a través de rítmicas mesuradas, nos llega con Come Rain or Come Shine. Este tipo de canciones le vienen bien tanto a Clapton como a King, quienes pueden mostrar toda su alma y emoción en sus líneas vocales y guitarreras. Sin embargo, la ejecución de la canción, es un tanto extraña y difícil de seguir, siendo que el mismo se apoya en una orquesta. SI bien tiene un comienzo bastante cercano, a medida que avanza se va alejando de su cometido.

Si bien el disco posee solo reversiones de canciones clásicas de Blues, cinco de estas compuestas por el mismo BB, fue galardonado y gozo de gran éxito comercial en su época, vendiendo más dos millones de copias y ganando un Premio Grammy. Si recién te estas empapando del Blues electrificado, este es un buen comienzo para ingresar a este mundo afroamericano con un contexto social y personal sumamente profundo. Si llevas un buen tiempo escuchando este tipo de música, tómalo como un ejercicio o experimento de dos grandes de la escena, ya que sus momentos altos están mas ligados a los sonidos más clásicos y monótonos del estilo, ya que cuando se aleja de los mismos se pierde en un mar de intentos.

“Don't you know we're riding with the king?
Riding with the King”