martes, 21 de abril de 2020

Prisoners in Paradise (1991) - Europe - Critica



Los años 90´s fueron tiempos difíciles para Europe. Después de la salida de uno de sus principales compositores, Matt Sorum, debido a sus problemas con la comercialización y popularidad de la banda, se sumó el interés masivo por la ola del Grunge, la falta de notoriedad de la banda y los problemas internos de la misma. Todo lo anterior, conjuntamente con las adicciones y vicios de los miembros de la banda, fueron los factores determinantes para que, luego de Prisoners in Paradise, fuese el último trabajo discográfico de Europe durante los 90´s; teniendo que pasar más de 10 años para su reunión y nueva era.

Resulta curioso lo que pasa con Europe a través de los años, ya que su primer disco Europe tenía una clara tendencia hacia el Metal Neoclásico o Power Metal, cuyo sonido era similar a Yngwie Malmsteen. Su segundo material Wings of Tomorrow se orientaría más a los sonidos Hard Rock clásicos, al más puro estilo de Scorpions. Sin embargo, a partir de The Final Countdown es donde se comenzaría explotar la beta más comercial del conjunto inspirada en los sonidos del Glam Rock que los harían tan conocidos y populares a nivel mundial. Los discos correspondientes a la nueva era (años 2000´s), cuyo comienzo ocurre con Start from the Dark, presentan sonoridades de Rock Moderno al estilo Whitesnake, dejando de lado todos los sonidos probados en su pasado exitoso.

All or Nothing comienza con unas guitarras distorsionadas y duplicadas, sobreponiéndose una sobre la otra, con una base de batería sólida, hasta la entrada de la voz de Tempest. Durante sus versos, se destaca la voz de Tempest, la cual se apoya constantemente en las voces corales, similar al sonido de bandas como Def Leppard o Bon Jovi. El coro es bastante entretenido y dinámico, donde relucen las voces corales, conjuntamente con la voz de Tempest, y los cortes rítmicos aportados por el bajo y la batería. Marchello muestra todos sus dotes en la guitarra en un solo frenético y efusivo hasta que se da final al tema con la repetición constante del coro.

Con un sonido mucho más similar a Bon Jovi o al Van Halen de Sammy Hagar, se desenvuelve en su comienzo el single Half of Heaven, la cual sigue una línea similar a su antecesora, con la voz de Tempest resaltando mientras deambula por una parte rítmica bastante sólida. Nuevamente, tenemos unos coros pegadizos, sin embargo, no logra impresionar tanto como el corte anterior. Las líneas del teclado de Michaeli pasan un tanto desapercibidas, pero resaltan y aportan al tema.

El segundo single del disco, nos llega de la mano con la balada I´ll Cry For You, la cual se respalda en la línea central de la guitarra eléctrica, que aparece en momentos puntuales, pero otorga orden y lógica a la canción. A lo anterior, se le debe considerar la parte rítmica, quienes son el complemento perfecto para que la voz de Tempest, que es tranquila y mesurada en los versos, estalle en los coros; entregándonos una balada rockera memorable y recordable para el oyente.

Con una vocalización al estilo Blues, comienza Little Bit Of Lovin', la cual, durante sus versos, se mueve por un riff agresivo y una voz cruda, sin embargo, durante sus coros, se mueve por líneas similares a All or Nothing y Half of Heaven, siendo quizás mas atractiva que esta ultima por su riff conductor. A partir del minuto 3:00, las aguas se calman y el tema deambula por una guitarra llena de efectos y las voces tranquilas de Tempest y compañía hasta volver al coro nuevamente.

Talk to Me es una canción que carece de energía y poder, ya que se mueve por un riff flojo y monótono que resulta poco atractivo. Si a esto le sumamos, los efectos de eco de las segundas voces durante sus versos y coro, no se logra poner en flote a un tema discreto y plano.

Nuevamente un riff que resulta poco decoroso y atractivo nos conduce por Seventh Sign, sin embargo, esta muestra mucha más actitud y animo que su antecesora. Su coro es lo más interesante, ya que Marchello se adueña del tema aportando líneas melódicas en la guitarra que se mueven por diversos efectos y sonidos, además del virtuosismo latente en Kee. Con un solo al estilo Malmsteen se consolida este virtuosismo latente, aunque no deja de ser un tema discreto.

Llegamos a la joya del disco y que da nombre al mismo, Prisoners in Paradise. Con las voces de diversas personas, apoyadas en sonidos en el teclado, llegamos a unas líneas de la guitarra octavadas y duplicadas que funcionan como conductores de la procesión de instrumentos que se le incorporan con total agresividad y emotividad. Con esto damos paso a los versos, en donde la voz de Tempest se fusiona en una simetría perfecta con los acordes en los teclados de Michaeli, hasta pasar al interludio donde se unen los demás instrumentos para darle fuerza y potencia al tema, desembocando en un coro cargado de sentimiento. El mejor tema del disco sin dudas.

Un riff potente y ganchero nos llega con Bad Blood, rememorando a Ready or Not, el cual tiene toda la identidad de Europe. Una guitarra agresiva de Marchello y la voz desgarrada de Tempest, conjuntamente con un coro bastante pesado y patea culos, son el complemento perfecto para disfrutar del tema de principio a fin. Además, cuenta con una parte central que es mas lenta, en la cual se repite el coro con el acompañamiento de las segundas voces y la guitarra haciendo el fraseo central del tema hasta decantar en un solo veloz y efusivo por Marchello.

Homeland es un tema lento y calmo que se mueve por líneas ambientales en los teclados y una guitarra que aporta pequeños fraseos a la protagónica voz de Tempest. Si bien se incorpora la batería y el bajo durante su segunda parte cantada, se sigue moviendo por esta línea relajada. Los teclados Hammond se dejan ve manera sutil, en una balada que, si bien no tiene la elegancia de las presentadas con anterioridad, no resulta del todo indecorosa.

Got Your Mind In The Gutter se mueve en las líneas similares de Talk to Me, siendo otro tema, que, si bien tiene un ritmo agresivo y monótono, se convierte en otro tema discreto que abusa, excesivamente, de su ambición y planteamiento, hundiendo al mismo esa sensación de que suena exactamente a algo escuchado.

Con unos teclados, cuyas sonoridades son más experimentales que cualquier otro, se mueve 'Til My Heart Beats Down Your Door. Si bien muestra un sonido diferente en su comienzo, luego se transforma en un tema clásico de Europe, apoyado en las vocalizaciones de Tempest y las intervenciones de Marchello. Un intento que no resulta del todo, pero se agradece por su osadía.

En un tono más space ambiental, con las líneas melódicas de Marchello, comienza Girl From Lebanon. Luego de esto, el tema agarra un ritmo agresivo rosando el Heavy Metal, moviéndose en la voz de Tempest y los teclados de Michaeli. La canción presenta buenos cortes rítmicos y sonoridades interesantes. Lo anterior, apoyado en un coro crudo y una guitarra eléctrica a tope.

Es curioso pensar que, si bien no es el mejor trabajo de los Europe, si tiene canciones memorables, las cuales, al día de hoy, se dejan aun escuchar en sus conciertos. Si bien un tiempo atrás, la banda había decidido dejar enterrado su pasado más exitoso, tocando únicamente canciones actuales y recordando las canciones más memorables de The Final Countdown. Sin embargo, últimamente, han ido retomando los recuerdos latentes de aquellas canciones memorables de sus primeros años, quizás más por insistencia del público que por un deseo personal…Quien sabe.

“Just like prisoners in paradise
Still far from heavens door”

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