viernes, 31 de enero de 2020

Feral Roots (2019) - Rival Sons - Critica


La verdad no tenía pensado volver a escribir hasta Febrero, pero una vez que escuche Too Bad, no pude dejar de oír y deleitarme escuchando lo nuevo de Rival Sons. Lo que me resulta más curioso de Rival Sons, es que relativamente son una banda nueva, la cual tendrá un poco más de 10 años, pero que tienen una identidad tan propia que llega a ser envidiable. Si bien se les comparó, en muchas ocasiones, con Led Zeppelin y Black Sabbath por su estilo de sonido, influencia que es más que evidente en sus composiciones, siento que la banda encuentra su mayor valor en sus dos estandartes: Ray Buchanan y Scott Holiday, quienes tienen una personalidad tan única en su sonido y manera de ejecutar, que hace que todo lo que pensemos de Rival Sons quede en un segundo plano, y únicamente nos dediquemos a escuchar y oír lo que nos quieren plantear.

Con un sonido bastante garage ambiental, que se transforma en una cadencia con una guitarra distorsionada y una batería monótona, se plantea desde un inicio Do Your Worst, para conducirnos por una canción que tiene toda la potencia de Buchanan en las voces a través de esos versos y coros que hacen recordar a Keep On Swinging.

Ese sonido característico de la guitarra de Jack White, y era que no si Holiday fue manager del mismo, se nos plantea Sugar on the Bone, el que se mueve por un ritmo extraño durante sus versos, pero agarra fuerza y forma, principalmente, en su coro debido a la potencia habitual en las voces dobles y los coros correspondientes.

Con un sonido mucho mas grunge que el resto de sus antecesoras, se presenta Back In The Woods, la cual es tan experimental que llega a ser demasiado pretenciosa, mostrándonos un cumulo de sonoridades que al final no terminan de encajar del todo.

Las sonoridades de la India se toman Look Away, la que deambula por matices y sonoridades propias del Medio Oriente. Si bien en su comienzo es completamente ambiental e instrumental, pronto decanta en una estridencia rockera para apoyarse en la voz de Buchanan. Siento que la distorsión de la guitarra de Holiday a veces se sobresatura y eso hace que se genere una molestia en el oyente. Demas esta decir, que estamos frente a otro tema experimental con muchos cambios de ritmo en su ejecución.

El tono relajado y mesurado nos llega con Feral Roots, la cual da nombre al álbum, la que plantea sonoridades acústicas que nos conducen por parajes y ambientes de tranquilidad y paz interior. Si bien tiene un tono electrificado y pesado en su solo de guitarra, por lo general, mantiene su tono calmo y acústico; siendo probablemente uno de los temas más semejantes al sonido Zeppelin.

El mejor tema del disco, y era que no, emerge con Too Bad, un tema enérgico y potente que va directamente al grano con la agresividad típica de clásicos como Pleasure and Time o Electric Man, en donde podemos ver a un Buchanan inspiradísimo y, es a través del mismo, que desciframos todo el sufrimiento y agonía del protagonista.

Mucho mas relajada que su antecesora, se nos presenta Stood By Me, la cual transcurre en un tono bastante agradable y ameno, funcionando como una buena canción para bajar las revoluciones. El tema cuenta con unos coros entretenidos que, si bien son bastante simplones, logran su cometido en el oyente, destacando el uso del slide en la guitarra.

Un sonido mucho más Deep Purple, se presenta la constante Imperial Joy, que nuevamente presenta un tema extraño y experimental, el cual a veces cuesta digerir, ya que inicialmente muestra un ritmo cortante con una línea marcada en la guitarra; y después decanta en una sección intermedia y coral apoyada en el uso de segundas voces en base a un sonido pesado.

Mucho más discreto que sus antecesores se nos muestra All Directions, la cual, si bien es un tema relajado, correcto en su ejecución, pasa exactamente sin pena ni gloria, ya que no logra emocionar de sobremanera y pierde fuerza conforme su duración y cambios de ritmo.

Sintetizadores ambientales, con un sonido pesado de fondo, que dan paso a una cadencia terrorífica y sombría se muestran en End of Forever, que nos rememora a las sonoridades más ligadas al Sabbath más clásico, nos entrega una canción llena de energía que se muestra tranquila en sus versos, pero que en su coro es donde alcanza su principal virtud, mostrándose enérgica y furiosa.

El coro de iglesia, conjuntamente con las palmas del mismo, con la voz de Buchanan en primer plano, se nos muestra en Shooting Stars, representando un tema gospel desde su inicio hasta su final, por tanto, se mueve por sonoridades acústicas apoyadas, principalmente, en las voces principales y corales.

Nuevamente un disco redondo para los Rival Sons, el cual, si bien no llega a superar al genial Pleassure and Time, si nos muestra a una banda, relativamente nueva en la escena, más viva y vigente que nunca. Adicionalmente, representa un trabajo que termina con un silencio discográfico de aproximadamente 3 años, volviendo a posicionarlos en el lugar que han alcanzado con los años. Quizás su gran error este en aquellos temas que son tan experimentales y pretenciosos que pierden fuerza e interés en las escuchas del oyente. Sin embargo, se agradece que la banda se atreva a experimentar y explorar nuevas sonoridades, ya que plantea que a futuro nos sorprenderá con algo novedoso y sorprendente.

“You miss me so much
Well, that's too bad…”

martes, 28 de enero de 2020

Dangerous Games (1986) - Alcatrazz - Critica


Atrás quedaron los años de gloria de Grahan Bonnet al mando de uno de sus proyectos mas significativos: Alcatrazz. La historia que comenzaría con el exitoso No Parole Rock N Roll de la mano de un joven Yngwie Malmsteen, continuando con el subvalorado Disturbing The Peace de la mano del experimentado Steve Vai, terminaría de forma estrepitosa con Dangerous Games.

Este último, lanzado durante el año 1986, sería el adiós, al menos hasta el presente, de los materiales bajo el nombre Alcatrazz para el rubio Bonnet, ya que en esta oportunidad no tendría a ningún virtuoso en las seis cuerdas como lo fuese Malmsteen o Vai. Johnson no lo hace mal tampoco, pero no tiene todas las medallas y méritos que tienen los anteriores. A veces el talento se tiene o no se tiene, lamentablemente….

Dangerous Games suena como un álbum con poca energía y entrega, ya que está condicionado, en su mayoría, por composiciones comerciales y covers, por lo cual, se nota a la banda un tanto incomoda ante algo que no les pertenece y probablemente a un intento por mantenerse en el tiempo y no quedar olvidado en el baúl de los recuerdos.

El disco comienza con la interesante y marcada It´s My Life, la cual representa el primer cover del disco, y se proyecta como un tema que se apoya en unos coros y versos comerciales y pegajosos interpretados por Bonnet, el que demuestra todo su potencial vocal en su ejecución. Si bien es una canción sustentada, principalmente, por la guitarra y teclados, posee unos cambios de ritmo bastante extravagantes, sin embargo, representa uno de los temas destacados del álbum.

Undercover tiene un ritmo marcado en la guitarra, el cual se apoya en las melodías de los teclados y sintetizadores, para dar paso a una voz con múltiples efectos tanto en sus versos como en sus coros. Quizás lo más destacado sea el cambio de ritmo que tiene en la mitad de su duración y el solo de los teclados. Una canción que suena correcta y discreta en su duración.

Con un ritmo marcado en la batería, al cual conduce todo el tema durante su duración, se nos presenta That Ain't Nothin, una canción en donde Bonnet es quien mas brilla, apoyado principalmente por las segundas voces del resto del grupo. Un tema monótono que se vuelve aburrido a medida que avanza.

Con un ritmo mas ganchero y atrevido que su antecesora, se muestra No Imagination, la cual nos conduce por un coro rockero y ganchero encabezado por la interpretación de Bonnet. Hasta el momento, es probablemente el tema mas rockero del disco, donde Bonnet se muestra pleno y enérgico, respaldado por las segundas voces y rítmica del resto de la banda.

El comienzo con unas voces al unísono que se mantienen en el tiempo, recordando a los cantos gregorianos, marca el comienzo de Ohayo Tokyo, que se mueve por unos sintetizadores y coros constantes, los cuales dan paso y proyectan la voz de Bonnet en su ejecución vocal.

Un poco mas calmo y mesurado, apoyado en unos teclados mas relajados y una guitarra mas llorona, se muestra el tema que da titulo al trabajo, Dangerous Games. Sin embargo, Bonnet nos plantea un tema con un coro poco convincente y que rememora a ideas que escuchamos en canciones anteriores del mismo trabajo, quizás semejando a Undercover o That Ain't Nothin.

Blue Boar con ese sonido característico del guitarrista The Edge de U2, nos muestra a un Bonnet mucho más emotivo y entregado, quien, a través sus voces duplicados, nos entrega un coro bastante pegajoso, similar a Ohayo Tokyo, y que nos rememora e instala en los 80´s y en las bandas sonoras de películas como Karate Kid o Volver al Futuro.

El segundo cover del disco, nos llega de la mano de Only One Woman, quien nos muestra a un Bonnet sumamente sentimental y emotivo, logrando proyectar en el oyente esa emotividad propia de estas baladas rockeras. Sinceramente la interpretación de Bonnet es sublime y logra ponerte los pelos de punta.

Volviendo a la onda de las baladas ochenteras se nos presenta Witchwood con un Bonnet menos inspirado y entregado que en su anterior participación. Un tema mesurado y calmo que se pierde en el tiempo sin pena ni gloria.

Con un sonido en los teclados que recuerda esas películas clásicas de terror, se nos presenta con un ritmo rockero y marcado Double Man, el cual se mueve por un coro bastante disfrutable y entretenido. Es una canción, que, en su conjunto, es bastante redonda y disfrutable para el oyente, representando lo mejor de Bonnet y Alcatrazz en una sola dosis.

Night Of The Shooting Star funciona como una despedida hablada del disco y representa mas una lectura de un testamento que una canción como tal, quizás representaba lo que acontecería mas adelante con la disolución de la banda.

Dangerous Games debe representar uno de los trabajos discográficos de Alcatrazz más controvertidos, ya que tiene momentos entretenidos y otros donde verdaderamente queremos apretar el botón para cambiar de canción. Es un álbum que cuesta digerir y que suena bastante poco inspirado, dejándose llevar por las tendencias musicales y comerciales de la época. Quizás represente un experimento o una salvaguarda desesperado por mantener vivo a Alcatrazz por el propio Bonnet, mal que mal es su hijo pequeño y por tanto debe tratar de mantenerlo a flote sea como sea.

“Of me there are many
So how would I know…”

lunes, 27 de enero de 2020

No Parole From Rock 'n' Roll (1983) - Alcatrazz - Critica


Después de su breve paso por Rainbow, Grahan Bonnet impulso nuevamente su carrera musical, la cual ya había cosechado diversos álbumes tanto con banda como solista, sin embargo, no sería hasta la formación de Alcatrazz donde volvería a marcar notoriedad en el medio.

Lo anterior, se produciría, principalmente, a la incorporación de un jovencito llamado Yngwie Malmsteen, quien comenzaba a proyectar su carrera musical a través del formato banda, hasta abandonarlo por completo y dedicarse a marchar de manera solita. Hoy en día, Yngwie no necesita mayor carta de presentación y es considerado uno de los mejores y más rápidos guitarristas del mundo.

Con una melodía que se asemeja a los grandes éxitos de Journey, principalmente, por sus teclados, se nos presenta Island In The Sun, la cual tiene un tono pegajoso y agradable que deambula en las tonalidades y matices vocales de Bonnet, cuya cúspide se presenta en el solo de guitarra de Malmsteen, quien permanece discreto en durante la canción hasta su aparición magistral.

Algo más pesada y galopante que su antecesora, se muestra General Hospital, la cual cuenta con la base clásica de trabajos posteriores de Malmsteen como Marching Out u Odissey. El tema cuenta con los cortes de ritmo clásicos del sonido del guitarrista sueco y se apoya en las tonalidades altas de Bonnet, presentando un ritmo ganchero y rockero de gran factura.

Jet to Jet, inspirado en temas como A Gypsy’s Kiss de Deep Purple o Spotlight Kid de Rainbow, es un tema enérgico y acelerado, el cual muestra todas las facultades y melodías neoclásicas del catálogo de Malmsteen en las seis cuerdas, quien las lleva a su máxima expresión a través de la entrega e interpretación de Bonnet en las voces, Waldo en los teclados y la batería de Uvena.

Con un ritmo lento, apoyado en el virtuosismo de Malmsteen, comienza Hiroshima Mon Amour, el cual decanta en un ritmo rockero y marcado, en donde luce de sobremanera la voz de Bonnet. Nuevamente, estamos frente a un tema con muchos cambios de ritmo, similar a General Hospital, ya que tiene un aire bastante neoclásico y hardrockero.

Las hélices de un helicóptero dan comiendo a Kree Nakoorie, el cual, con unos ritmos al teclado bastante tétricos, decantan en una canción con influencias neoclásicas y medio orientales que se respalda en las voces duplicadas y a coro de Bonnet y una guitarra sustain de Malmsteen. El principal problema de este tema es su monotonía y eso hace que se pierda el interés conforme se escucha. Si bien tiene virtuosismo y entrega, no logra generar un atractivo e interés.

Incubus se presenta como un tema intermedio, el cual descansa en la guitarra acústica y eléctrica de Malmsteen, y funciona como una especie de espacio de presentación para el guitarrista en busca de mostrar su virtuosismo y perfección en las seis cuerdas.

Too Young to Die, Too Drunk to Live tiene esos ritmos galopantes y neoclásicos que le encantan a Malmsteen, por lo cual, es probablemente uno de los temas en donde se lo ve más cómodo y seguro en su virtuosismo y ejecución. La banda en si se deja llevar por las melodías y líneas melódicas de Malmsteen, por tanto, todos hacen que la figura del mismo brille por sobre el resto.

Quizás uno de los temas más extraños en su planteamiento y ejecución se nos muestra con Big Foot, el cual descansa en temáticas mesopotámicas y arábicas a través de unos coros duplicados, el cual en su mitad tiene un cambio de ritmo que se acelera a través de un solo neoclásico y recurrente en Malmsteen. Una canción totalmente prescindible y que entrega bastante poco al igual que Kree Nakoorie.

Starcarr Lane, el cual tiene, un aire en su comienzo, a alguna canción del disco Blackout de Scorpions, posee un ritmo sumamente comercial y predecible, que tiene todo el virtuosismo de Malmsteen y la entrega de Bonnet en una canción que les acomoda a ambos y donde dan lo mejor de sí. Probablemente, es el tema más comercial del disco, conjuntamente con Island In The Sun.

A través de unas guitarras duplicadas, que descansan en un arpegio armónico y melódico, se nos presenta melancólica y emotiva Suffer Me, la cual entrega otra faceta vocal de Bonnet en donde coloca su alma y sentimiento para proyectar la canción. Si bien el solo de guitarra es de gran factura y virtuosismo, quienes mas resaltan son la parte rítmica de la banda (teclados, batería y bajo).

Este trabajo discográfico tiene una influencia significativa en la composición de Yngwie Malmsteen, cuya participación estuvo en al menos la mitad de las canciones del disco. También, sería el trampolín que buscara el guitarrista sueco para proyectar su carrera solista y desligarse definitivamente del formato de banda. Un trabajo más que redondo del señor Bonnet, quizás el más significativo de Alcatrazz a la fecha y posiblemente el único por el cual debamos recordarlos, sin mencionar, al subvalorado Disturbing The Peace.

“On a short trip we made a landing
Then we were strangers in town…”

martes, 14 de enero de 2020

Down To Earth (1979) - Rainbow - Critica


Durante los años 1978 y 1979, el deseo más grande de la compañía discográfica Polydor era transformar a Rainbow en una banda mucho más masiva y vendible para el público.  Lo anterior, traería como consecuencia, que se le impusiera a la banda ciertas directrices referente a las próximas composiciones a realizar. Así fueron metiendo, principalmente, a la fuerza la idea de que las próximas composiciones debían tener coros más pegajosos y comerciales que de costumbre.

Ritchie Blackmore, quien siempre se hizo notar como el chico “rudo” de la banda, al parecer solamente tenía el semblante como tal, ya que aceptaría las imposiciones que pondría la discográfica. Debido al cambio radical al interior del conjunto, Ronnie James Dio tomaría sus maletas y se alejaría de manera definitiva de Blackmore, para dedicarse a su pasión por el Hard Rock y Heavy Metal; formando su propia banda de nombre DIO y publicando el excelente Holy Diver.

En este contexto, Blackmore apoyado por su amigo de Deep Purple, Roger Glover, quien tenía una visión, en la composición, mucho más volcada al Pop, se dispusieron a crear las composiciones de este Down To Earth, sin embargo, debían encontrar un vocalista para lograr tal cometido. En el transcurso de la búsqueda de posibles candidatos, aparecería un joven llamado Grahan Bonnet, quien impresionaría a Blackmore por su enorme calidad vocal, sin embargo, no lograría convencerlo del todo, debido a su aspecto visual y físico, que se asemejaba mucho a David Bowie; aunque con una voz mucho más ligada al Hard Rock y Heavy Metal. Además, este sería el último trabajo discográfico con la colaboración de Cozy Powell, eximio baterista con una extensa carrera en bandas importantes del estilo Rock.

La cara A del disco abre con All Night Long, la cual parte con una melodía dura y pesada en la guitarra a cargo de Blackmore, sin embargo, antes del primer verso, toma una visión mucho más tranquila y pausada, incorporándole la cuota popular y comercial a la canción. Es una canción oreja y pegajosa, la cual se proyecta en la voz de Bonnet y los coros hechos por el resto. El solo de guitarra tiene las características clásicas del virtuosismo de Blackmore e impone un freno frente a tanta algarabía y desenfreno. El tema cuenta con una parte C que resulta bastante atractiva debido al juego vocal de Bonnet y el resto de la banda. Junto con Since You Been Gone debe ser una de las canciones más significativas del disco.

Con un tono más tétrico y terrorífico comienza Eyes of The World, la cual hace recordar a esas películas antiguas de terror asociadas a zombies, monstruos, vampiros, hombres lobos y otros. De lo anterior tenemos bastante, hasta que arranca la canción con un riff constante y galopante, apoyada principalmente en los sintetizadores y teclados. Es una canción que tiene unos redobles y cortes importantes dentro de su interpretación y la voz de Bonnet se mantiene correcta en su ejecución, sin embargo, no entrega mucho más. Su carácter progresivo y cambiante debe ser lo más interesante que entrega, ya que es un tema sumamente correcto para lo que es Rainbow.

No Time To Lose es un tema mucho más interesante que su antecesor y muestra su potencial a través de la voz y desplante de Bonnet, quien proyecta el tema por toda su duración y no lo hace decaer en ningún momento, además la canción es sumamente dinámica a través de sus constantes cortes y cambios de ritmo. La canción tiene un coro bastante ganchero y pegajoso, pero aun así es curioso hacer notar que no es un tema Pop, sino más bien se camufla como tal, teniendo en su esencia un tinte mucho más rockero y cañero. Airey y Blackmore se lucen en sus correspondientes solos, rememorando los años de dupla que hacía este último con Jon Lord.

El momento emotivo y relajado se nos presenta con Makin´ Love, canción que se muestra mucho más mesurada y trabajada en sus líneas melódicas respecto de sus antecesoras. Los demás miembros de la banda, sin incluir a Bonnett, son quienes le dan forma a la canción con ritmos más progresivos, cortantes y galopantes. Sin embargo, no deja de ser un tema intermedio entre el lado A y lado B del disco, por tanto, se transforma en un pasaje discreto y sin mayor importancia dentro del conjunto de canciones.

Debe ser probablemente uno de los temas más conocidos de Rainbow, nuevamente de la mano de Russ Ballard, quien haría, posteriormente, la canción I Surrender del Difficult To Cure, y probablemente uno de las más comerciales del conjunto de Blackmore. El tema no necesita mayores presentaciones, ya que es una canción que tiene de todo un poco del sonido particular de Rainbow, cuenta con un coro pegajoso, ganchero y cañero, pero siempre manteniendo su carácter comercial. Adicionalmente, cuenta con un riff entretenido y dinámico, pasajes intermedios interesantes y una banda que se entrega al máximo por la canción. ¿Qué más se puede pedir?

¿Un artista se puede autoplagiar descaradamente? Eso me ocurre exactamente con Love´s No Friend, la cual se asemeja, en todas sus líneas, al tema Mistread del disco Burn. La canción logra su cometido de entregarnos emoción y sentimiento en una sola toma, sin embargo, para los que somos más asiduos fanáticos de Blackmore, sabemos perfectamente que es un refrito de Mistread, sin aportar ninguna diferencia o relieve interesante con su inspiración.

Con unos redobles en las baterías de Powell comienza la enérgica y frenética Lost In Hollywood, representando uno de los momentos altos de Blackmore y Bonnet al interior del disco, ya que el primero luce sus clásicas líneas y riffs neoclásicos en la guitarra y el segundo entrega toda su voz en los coros y versos de la canción. Es un tema que, en ocasiones, hace recordar al clásico Burn de Deep Purple, sin embargo, tiene un carácter mucho más comercial y popular, resultando excelente en su ejecución y finalidad.

La comercial Danger Zone, no muestra mucho y desarrolla bastante poco, ya que es un tema cuya base está en los ambientales de los sintetizadores y teclados del conjunto. Tiene un coro que es poco efectivo y cae en un riff repetitivo y aburrido. Esta canción me causa un poco de pesar, ya que siento que Bonnet le pone corazón y entrega lo mejor de sí, sin embargo, no logra despegar. En la mitad de la canción existen algunos pasajes y fraseos arábicos que resultan atractivos, aunque no tengan ni la fuerza ni el carácter suficiente para levantar a la canción.

Down to Earth es probablemente el primer éxito comercial de Rainbow, sin desmerecer la calidad y excelencia de los antecesores Rising y Long Live Rock and Roll, pero representa el primer trabajo discográfico que se encuentra más ligado al Pop, por ende, a la música de masas y los éxitos radiales. Si bien el trabajo tiene muchos pasajes que son destacables y agradables, pienso, de manera personal, que la época con Lynn Turner debe ser la más prospera y significativa época de esta era comercial de Rainbow. Bueno en cuestión de gustos, no hay nada escrito…

“Since You've Been Gone, Since You've Been Gone
I'm outta my head, Can't take it”

jueves, 9 de enero de 2020

Difficult To Cure (1981) - Rainbow - Critica


Entre los años 1979 y 1981, no se vivieron tiempos fáciles al interior de Rainbow. Era casi un hecho que el carácter agresivo y cambiante de Ritchie Blackmore explotaba de un segundo a otro y decidía hacer cambios como se le antojase en lo que constituía su propia banda; con su persona siendo el principal compositor de la misma. A lo anterior, se debe hacer notar que el ánimo e ímpetu de la banda estaba por los suelos y que nadie tenía muchas ganas de grabar un disco después del exitoso y desgastante Down To Earth. De igual manera, nadie tenía ganas de ensayar para las futuras presentaciones en vivo o de practicar los nuevos temas que constituirían el Difficult To Cure, pensado inicialmente para la voz de Grahan Bonnet.

Con todo lo dicho, el desgaste de la banda alcanzo el límite establecido, terminando con la salida del extraordinario baterista Cozy Powell, quien alegaría que estaba aburrido y cansado de la agrupación, dedicándose a otros proyectos personales. Posteriormente, y por problemas personales con las apreciaciones de lo que era un cantante de Rock, Grahan Bonnet tomaría el camino de Powell y renunciaría a la banda, tanto por una decisión de carácter personal como de Blackmore.

Teniendo este escenario adverso, fue como Blackmore fijaría sus ojos en un joven cantante llamado Joe Lynn Turner, quien por aquel entonces era vocalista de la banda Fandango, quien, a través de sus tonos altos y expresivos en la voz, conquistaría a Ritchie para pasar a formar parte de Rainbow. Adicionalmente, se agregaría el baterista Bobby Rondinelli para la grabación del disco.

El disco comienza con I Surrender, canción compuesta por Russ Ballard, quien compondría el éxito comercial Since You Been Gone, a través de unas guitarras octavadas que se apoyan en la base rítmica de la batería y los teclados. Desde un comienzo LynnTurner nos deslumbra con su particular tinte vocal entregando una interpretación enérgica y cargada de rabia para un tema que aborda las penurias y tristezas del día a día que te hacen querer estar absolutamente derrotado. El coro de la canción es pegajoso y comercial, y representa el momento donde más luce la voz de Lynn Turner, quien mantiene sus altos vocales de una forma extraordinaria y poco vista en otros vocalistas del género. Todas las estrellas y medallas se las lleva Lynn Turner a través de un, a estas alturas, clásico de Rainbow.  

Con un tema mucho más rápido y agresivo, recordándonos a la época mas rockera del conjunto a cargo de las voces de Ronnie James Dio, se nos presenta Spotlight Kid, en el cual la línea central y melódica queda a cargo de Blackmore, quien será nuestro capitán para llevarnos por un viaje cargados de emociones y recuerdos de su época en Deep Purple. A pesar de la calidad de Lynn Turner, es Blackmore quien más se luce en un tema cargados de líneas neoclásicas, quien ve su contraparte en el virtuosismo de Don Airey, quien también esta excelente en su participación actuando como fiel Sancho Panza de Don Quijote, rememorando a la dupla Blackmore-Lord, clásica del sonido de los Purpuras.

A través del redoble de baterías de Rondinelli y unas guitarras nostálgicas se desarrolla Magic. Si bien el tema es bastante correcto en su ejecución e interpretación, se nota demasiado que fue un tema compuesto para la voz de Grahan Bonnet, ya que tiene ese sonido comercial y clásico del Down to Earth. Una canción que, si bien tiene un coro adecuado y una interpretación más que correcta por toda la banda, no termina de convencer del todo al oyente.

El comienzo atmosférico con las guitarras cargadas de melodías blueseras, respaldadas en el efecto chorus, dan inicio a No Release, la cual proyecta una cadencia atractiva e hipnótica que plantea un coro lleno de fuerza y energía, en el que contribuyen todos los miembros del conjunto. La cuota clásica y característica de Rainbow se encuentra más que garantizada y es quizás el tema donde tenemos más participación de todos los miembros del conjunto, sin brillar uno más que otro; inclusive posee una sección (Minuto 3:10) en donde la canción se llena de aplausos y las voces de los miembros del conjunto; recordando ese clásico utilizado por Queen en canciones como Somebody To Love o Another One Bites The Dust.

Con una línea melódica y emotiva se conduce Vielleicht Das Nächste Mal (Maybe the Next Time), tema instrumental que sirve como hilo conductor para unificar la parte A y B del álbum. Es una canción, principalmente, cargada de emotividad y sentimiento apoyada en el sonido electroacústico de la guitarra rítmica y el virtuosismo de las líneas en la guitarra eléctrica. Airey tiene una participación compositiva importante en el tema, y el otorga unos buenos cambios de rimo a la misma para que no termine siendo tan monótona y plana.

La línea de Blues precisa y acelerada, apoyada por el ritmo en la batería, marca el comienzo de Can´t Happen Here, quien a través de un redoble demoledor de Rondinelli muestra un ritmo aplastante que camina sobre una línea marcada más por acordes, que, por solos, en la guitarra eléctrica. La base rítmica del de la canción es de gran factura y muestra sus momentos altos a través de la técnica y ejecución de Rondinelli. El coro es pegajoso y bailable, lo cual lo transforman en uno de los temas mas altos del disco y que funcionan bien en el oyente.

Un sonido más galopante, enérgico y cortante se nos presenta con Freedom Fighter, quien es un tema que funciona de buena manera, ya que tiene un coro pegajoso y utiliza las voces duplicadas en sus versos para darle mas fuerza a la interpretación de Lynn Turner. Es un tema que siento se encuentra a disposición de la voz de Lynn Turner, ya que es el encargado de mantenerlo a tope en todo momento. La guitarra de Blackmore suena mucho mas experimental que en el resto de las canciones, y en este intento, pasa a segundo plano por sobre el desempeño de Lynn Turner.

Las sonoridades más características del estilo Space Rock o psicodélico de Jimi Hendrix se nos muestra con Midtown Tunnel Vision, el cual a través de una línea cruda y constante nos muestra un tema cargado de líneas clásicas del Blues y Rock de los años 50´s y 60´s. La canción es correcta durante toda su interpretación, sin embargo, suena plana y que no logra del todo despegar, ya que no puede esconder su parecido a Stargazer, canción clásica del conjunto, pero de la época de Ronnie James Dio.

Con la línea central de la Novena Sinfonía de Beethoven, se nos presenta la instrumental Difficult To Cure, la cual representa la canción más extensa del álbum y ciertamente, representa más un capricho y lujo de Blackmore dentro del disco, que de cualquier otra cosa en sí. Toda la parte rítmica de la banda, Airey, Glover y Rondinelli, se encuentra en función del virtuosismo y entrega de Blackmore en este tipo de canciones…Bueno, mal que mal, le gusta la música clásica y no lo esconde en este homenaje a uno de los grandes compositores de la misma. SI bien Airey le añade unos cambios de ritmo y solos de teclados interesantes en la mitad del tema, estos no logran opacar la gran factura de la guitarra de Blackmore, siendo uno de los homenajes mas grandes del Rock a la música clásica.

Puede ser un tipo difícil de roer y tratar, pero la mente creativa de Blackmore siempre ha sabido hacer música de gran factura, la cual se ha transformado en un clásico dentro del género Rock (Y sustentosas ganancias para las compañías discográficas); generando admiración e inspiración de diversos guitarristas a nivel del globo. Difícilmente podremos curar su mal y cambiante carácter, pero los genios no son del todo perfectos, por tanto, este Difficult To Cure representa un punto alto en la carrera de Rainbow, banda que, siendo bastante objetivo, tiene pocos trabajos de baja calidad. Claramente, puede que a algunos les guste mas la voz de Dio, Bonnet, Lynn Turner o White, pero es más por un tema de gustos personales que de calidad en la composición y ejecución de las canciones.

“You don't know what's happenin' you want to go home….But there's nowhere to hide”

miércoles, 8 de enero de 2020

Flesh & Blood (2019) - Whitesnake - Critica



¿Whitesnake tiene algo que demostrar a estas alturas? ¡No! La banda liderada por David Coverdale ha vivido diversos periodos de éxito y fracaso dentro de su extensa carrera que los han consolidado como una de las instituciones modelo del Hard Rock.

Si bien durante los años 70´s se produjo el proceso de crecimiento y maduración de la banda a través de algunos trabajos discográficos, como Trouble y Lovehunter, que los hicieron alcanzar cierta notoriedad, no sería hasta los años 80´s, que a través de trabajos como Ready An´ Willing, Slip Of The Tongue, Slite It In y el homónimo Whitesnake, harían alcanzar a la banda del éxito y reconocimiento que tanto tiempo atrás estaban buscando, periodo en que el Hard Rock vivía su máximo apogeo a través de bandas como Motley Crue, Guns and Roses, Bon Jovi, Skid Row, Europe, Van Halen y otras.

Sin embargo, como todo crecimiento y expansión natural en una banda, la ola que estaba arriba tuvo un drástico descenso; dejando bastante mal herido a Coverdale y compañía. Durante los años 90´s se viviría el proceso de consolidación del Grunge y las bandas de Rock perdieron toda notoriedad, por lo cual Coverdale fue, poco a poco, perdiendo a miembros de su banda, quedando únicamente con Adrian Vandenberg, su guitarrista por aquella época. Luego de este impase, se produjo la disolución de la Serpiente Blanca y con ello tuvieron que pasar varios años antes que Coverdale decidiera volver a rearmar la banda.

Seria durante el año 2008, cuando volvería a rearmar la banda para lanzar el disco Good to Be Bad, el cual representaría un nuevo despertar en la banda a través de un nuevo sonido basado en el Rock y el Pop, el cual estaría fuertemente inspirado en el nuevo sonido Rock explotado en la década del 2000 por bandas como Bon Jovi, Europe o Def Leppard.

Adicionalmente, demás está decir que Coverdale siempre se ha rodeado de excelentes músicos como Steve Vai, John Sykes, Doug Aldrich, Marco Mendoza, Rudy Sarzo, Jon Lord, Cozy Powell y Ian Paice. Por tanto, no es de extrañar que en esta nueva alineación haya músicos con bastante rodaje y carretera como Rob Beach (Winger), Joel Hoekstra (Night Ranger), Tommy Aldridge (Ozzy Osbourne), Michele Luppi (Vision Divine) y Michael Devin.

Flesh & Blood parte dando una patada en la cara con la agresiva Good To See You Again, la cual se desarrolla en un ritmo cañero y pegajoso que rememora a las joyas de este estilo de discos como Good To See You Again o Forevermore. Las guitarras eléctricas suenan de manera brutal y asesina moviéndose por sonoridades que recuerdan a bandas como Motley Crue o Van Halen, conduciendo la voz distorsionada de Coverdale, quien da catedra de su maestría en este tipo de temas que ya son sandia calada o frecuentes en los comienzos de sus materiales discográficos.

Gonna Be Right se mueve por ese ritmo y sonido con tintes arábicos o de medio oriente, entre lo electroacústico y electrificado, presentando un tema que abusa de la monotonía de su línea central transmitiendo poca emoción tanto en la voz de Coverdale como en la ejecución del resto de los instrumentos, mostrando a un Coverdale débil y distante en la participación de la canción, ya que suena más como un relleno que sirve para cumplir con la cuota mínima de temas por disco.

Shut Up And Kiss Me tiene un comienzo bastante parecido al sonido de Panama de Van Halen, el cual con el pasar de su duración va decantando en una canción enérgica con rítmicas clásicas del sonido de la Serpiente. Nuevamente, y al igual que al comienzo del disco, nos encontramos con un tema de fácil aprendizaje y enganche con coros participativos, siendo, quizás, de mejor factura que Good To See You Again, aunque sean de una línea melódica similar. Los solos y líneas de guitarra suenan más convincentes que en sus antecesores, demostrando que la banda agarra más fuerza conforme se escucha el disco.

Hey You (You Make Me Rock) suena en su comienzo muy parecida a Rocker de Def Leppard o Shot At The Devil de Motley Crue, para desenvolverse por un sonido muy post grunge al estilo de bandas como Stone Temple Pilots o Velvet Revolver. Si bien es un tema que funciona bien en vivo, debido a que genera participación del público en su coro mayoritariamente, no logra generar especial intereses en su servidor, ya que considero que suena como una canción repetitiva y esto hace que se pierda el interés completo del tema, el cual pasa a ser discreto, aunque correcto en su objetivo.

El sonido inicial que nos presenta Always & Forever, nos rememora al uso de guitarras dobles en temas como Ready An´ Willing del disco del mismo nombre o Guilty Of Love del Slide It In inspirados fuertemente en los sonidos clásicos de bandas como Thin Lizzy o Boston. El trabajo de  Beach y Hoekstra conduce prácticamente todo el tema y grafica de buena manera esos años de gloria de la Serpiente Blanca, en donde la voz limpia de Coverdale con su particular timbre y las guitarras duplicadas eran pan de cada día.

When I Think of You (Color Me Blue) nos rememora a esas baladas noventeras al estilo de canciones como I´ll Cry For You o Prisioners In Paradise de Europe. La canción representa un tema mucho más relajado y mesurado que sus antecesoras, en el cual se le nota comodidad y desplante a Coverdale para este tipo de canciones más románticas y emotivas. Si bien la base rítmica y los solos de guitarra tienen una gran factura, no termina de convencerme del todo debido a su semejanza con las canciones ya mencionadas en párrafos anteriores.

Trouble Is Your Middle Name, con ese comienzo en base a los sonidos de sirenas de la policía, se mueve como una canción con el sonido clásico de Whitesnake que representa otro golpe o patada en la cara, ya que es un tema directo y que va directo a la vena sin titubear en su ejecución, además tiene ritmos pegajosos con las guitarras eléctricas a tope y posee un coro de fácil recordar para el público.

Flesh & Blood, tema que da nombre al disco, es un tema bastante directo, ya que posee todas las medallas y sonoridades clásicas, de las cuales Whitesnake hace gala. Sin embargo, lo más destacado es la parte rítmica encabezada por el teclado de Luppi y la batería de Aldridge. Una canción sumamente discreta y que no aporta nada novedoso al álbum, ya que se mueve en un ritmo de guitarra bastante monótono y latero.

Well I Never presenta ese sonido moderno y actual del Hard Rock, explotado a principios de los 2000´s por otras bandas vinculadas al estilo, el cual posee una cadencia hipnótica y efectiva inspirada en sonidos de medio oriente, pero añadiéndole la distorsión correspondiente a un ritmo más constante y un coro que resulta correcto y de gran calidad.

Heart Of Stone tiene un aire más bluesero y deprimente que su antecesora y nos presenta unas guitarras mas lentas y crudas que conducen un tema que le acomoda a Coverdale, ya que tiene ese toque desgarrador y sufrido que tanto le gusta. El tema busca generar emoción y sensibilidad en el oyente. El tema representa un pasaje relajado dentro del disco, el que se queda solo en eso.

Get Up tiene un sonido mas acelerado que sus antecesoras y se mueve como un tren en plena marcha haciendo recordar a las canciones más clásicas de Mr Big como Alive and Kickin o Daddy, Brother, Lover, Little Boy (The Electric Drill Song), pero resulta efectiva y ganchera desde su primera escucha. Tiene sus tintes y melodías bastante bluseras y rockanrolleras producto de su velocidad y energía entregados. Debe representar uno de los puntos más altos del disco a través de sus guitarras con el uso del Wha y Wha y la voz explotando de Coverdale, sumándole a ello el aporte de la parte rítmica en los coros de la canción y el resto del desempeño de la misma.

After All es un tema acústico que hace recordar a la época más relajada de The Beatles, rememorando a la clásica Blackbird, sin embargo, esta canción tiene todas las credenciales y autenticidades de Whitesnake, lo cual lo hacen bastante único y diferente de lo que veníamos escuchando. La verdad representa uno de esos temas de fogata en la playa, que se disfruta en la voz de Coverdale y genera una tranquilidad de esas que generan recuerdo y nostalgia.

Sands Of Time, el tema que cierra el disco, presenta sonoridades en las guitarras eléctricas que hacen recordar a las tradicionales gaitas de la cultura europea, pero esto es solo al comienzo del tema mencionado, ya que, posteriormente, decanta en sonidos más arábicos y mesopotámicos, mostrándose un tema que resulta efectivo y dinámico, pero hasta cierto punto; ya que no representa el mejor final para un disco de Hard Rock, producto principalmente que la voz de Coverdale se encuentra con demasiados efectos, a esto debemos sumarle los efectos en las guitarras eléctricas, los cuales no terminan de convencer a su servidor para tener un final de disco memorable y recordable en el tiempo.

Flesh and Blood representa un nuevo intento y lujo de Coverdale en su basta carrera musical, quien, a sus casi 70 años, demuestra que aun mantiene viva la llama y energía de un quinceañero, el cual se encuentra en condiciones de componer música y salir de gira a nivel mundial. ¿Se le puede exigir algo más a Coverdale después de tantos trabajos discográficos? La verdad es difícil de responder a esa pregunta, pero lo cierto es que Flesh & Blood no significará ni un antes ni un después en el catálogo de la Serpiente Blanca. Sinceramente, me sorprende la escasa participación de Michelle Luppi, por sobre la del resto de sus compañeros, ya que, teniendo ese vozarrón y técnica en los teclados, pudo haber contribuido mucho más en los coros y ejecución de ciertos solos en las teclas. Bueno, como dice el dicho “donde hay capitán no manda marinero…”, por ende, quien determina las participaciones es el propio Coverdale. Lo considero un trabajo bastante discreto y que rememora, por momentos, a otras composiciones clásicas de la banda u otras bandas clásicas del Hard Rock. Pero en un estilo de música en donde se ha hecho casi todo ¿Qué mas se puede pedir o inventar?

“Trouble, Trouble, Trouble is The Middle Name”

martes, 7 de enero de 2020

Blues for Greeny (1995) - Gary Moore - Critica


La admiración por una persona puede transformarse en una obsesión…Sin embargo, si esta obsesión puede ser canalizada de buena manera puede traer consigo resultados extraordinarios y sobresalientes.

La admiración de los ídolos del Rock por las grandes personalidades del Blues, se viene gestando desde los años 60´s, en donde bandas como The Yardbirds o The Rolling Stones comenzarían a poner en la palestra de sus cancioneros, composiciones del estilo de Blues invitando, en ciertas ocasiones, a los propios intérpretes de dichos temas.

Teniendo en consideración lo anterior, no es descabellado que muchas personalidades del Rock hayan gestado una amistad con las grandes personalidades del Blues, quedando plasmado en diversas reversiones de canciones clásicas del estilo Blues y contribuciones o participaciones en discos de Rock y Blues de bandas estadounidenses y británicas.

En este contexto, se empezaron a realizar discos completos dedicados a las personalidades clásicas del Blues, quizás el mejor ejemplo de esto sea Eric Clapton, quien ha realizado varios discos de esta índole como Me and Mr. Johnson o From The Cradle.

Peter Green es un guitarrista británico que se ganó el mote del “sucesor de Eric Clapton”, debido a que cuando este ultimo abandono John Mayall and the Bluesbreakers, el asumiría su puesto teniendo un gran desempeño y ejecución al interior de la banda. Posteriormente, Mick Fleetwood y John McVie serian expulsados de la banda, llevándose consigo a Peter Green para formar Fleetwood Mac; ¡Así es! la misma exitosa banda que tendría su apogeo durante los años 70´s a través del movimiento hippie y psicodélico.

Peter Green impondría su visión personal durante los primeros discos de la banda, a través de composiciones cargadas de Blues, en base al modelo pesado y crudo del Rock. Sin embargo, y al igual que el genio de Syd Barrett, Green conocería el LSD, estupefaciente clásico de aquella época, siendo esto su propia tumba y debacle personal y musical. Por ende, seria expulsado de Fleetwood Mac pasando a ser un compositor y guitarrista olvidado, debido a su largo proceso de rehabilitación del alcohol y las drogas que lo mantendría fuera de las pistas. Si bien hasta el día de hoy, sigue componiendo música y girando a través de sus diversos proyectos particulares, nunca volvió a ser el mismo ni a generar el impacto que en algún momento tuvo su música en el público.

Gary Moore siempre admiró a Peter Green, primero como oyente y posteriormente como amigo, ya que cuando se conocieron el lazo musical y cercano se hizo evidente, por lo cual gestaron una estrecha amistad que duraría años. Tal fue la admiración de Moore por Green, que este terminaría comprando la clásica Les Paul del británico, ya que este consideraba que Moore era el futuro de la guitarra y tendría una mejor utilidad en manos del irlandés.

El disco parte con la sufrida If You Be My Baby, que se sustenta en la base rítmica de los bronces y el teclado, conjuntamente, con el virtuosismo mostrado en la guitarra eléctrica. Un Blues que va directo al grano y cuya letra deambula en aquellos amores incomprendidos plasmados por el sentimentalismo en la voz de Moore.

Long Grey Mare presenta un aire muy similar a la canción Killing Floor de Howlin Wolf moviéndose por un ritmo monótono con tintes clásicos de Groove y Funk. El tema se sostiene básicamente en su ritmo constante y líneas clásicas en la guitarra eléctrica, lo cual lo vuelve, a ratos, poco atractivo y cautivante para el oyente convirtiéndose en una canción correcta en su performance.

Volviendo a la línea de comodidad o zona de confort de Moore se nos muestra Merry Go Around, un Slow Blues que se sustenta en la voz y virtuosismo del chascón en base al sentimiento que este plantea durante toda su duración, símil a lo acontecido en As The Years Goes Passing By o Midnight Blues.

La base rítmica de una canción, bajo y batería, siempre son relevantes, aunque no destaquen de sobremanera como el resto de los instrumentos. Sin embargo, en I Loved Another Woman se hace notorio el impacto que estos tienen sobre el tema, ya que lo conducen sobre una base constante que hace destacar la voz y guitarra de Moore a través de esa esencia delicada de la ejecución del instrumento con esos toques del uso del Reverb.

Need Your Love So Bad se mueve con delicadeza por líneas melódicas cargadas de sentimentalismo. La canción amerita tener cierto cuidado y precisión en su ejecución, por tanto, Moore se ve sobre exigido a cumplir una difícil misión, en la cual debe transmitir emoción y nostalgia al oyente; lo cual cumple de manera eficiente. El tema tiene de todo un poco y nos invita a navegar por un mar de emociones, lo cual lo hace atractivo e hipnótico para el oyente.

Un ritmo más cortante, inspirado en los redobles de batería y las líneas directas de la guitarra eléctrica se nos presenta con The Same Way. La canción es directa y correcta en su ejecución, la cual presenta el efecto de voces duplicadas de Moore para darle fuerza al coro de la canción.

The Supernatural es un tema que se asemeja a la clásica Black Magic Woman, también del mismo Green, y su base nuevamente transcurre en los patrones de batería y el virtuosismo de la guitarra eléctrica. Un tema instrumental que sirve para mostrar el virtuosismo de Moore y funciona como un momento intermedio y de relajo para el oyente.

Volviendo a ese Blues mas clásico, con esos ritmos monótonos, pero a su vez efectivos y adictivos, se nos presenta Driftin, un tema que deambula sobre lo mas sobresaliente del Slow Blues y Shuffle Blues a través de las líneas emotivas y crudas (double stops) de Moore. La canción se mueve en una base rítmica asociada a los acordes ejecutados por el teclado, quien da la pauta para que Moore desentrañe sus mejores sonidos en la guitarra eléctrica apoyada en su voz cruda y sufrida.

El comienzo de Showbiz Blues con el sonido reverb a través de sus líneas lentas y sostenidas desemboca en un tema mas relacionado con ese Blues mas campestre o Ragtime, el cual se asemeja mucho a las composiciones de Blues de los años 20´s de las plantaciones de algodón en el Delta del Misisipi.

Love That Burns debe representar el tema mas bajo del disco, ya que la voz de Moore suena cansada y desmotivada a mas no poder, lo cual hace que el tema, a pesar de ser un Slow Blues, se nos presente poco atractivo y aburrido para el oyente. Adicionalmente, cuenta con una base rítmica monótona y los bronces no aportan mucho durante la ejecución del tema, debido a que mantienen a flote esta misma base rítmica, sin entregar matices o relieves musicales.

Looking For Somebody comienza como Showbiz Blues, pero tiene una forma mucho atractiva y ganchera que su antecesora. La canción se mueve por una base hipnótica que hace recordar aquellos sonidos más árabes o de Medio Oriente; conducidos por la base rítmica de la banda. La guitarra eléctrica solo se dedica a mantener notas al unísono (sustain) y hacerlas perdurar en el tiempo. Si bien la voz de Moore se muestra mucho mas enérgica que en su antecesora, es una canción que hubiese funcionado mucho mejor como un tema instrumental para darle cierre al trabajo discográfico. 

Adicionalmente, su duración y también su monotonía le restan importancia a la canción.  
Un disco que tiene momentos bastante brillantes y otros bastante discretos. Quizás Moore quería darle mas relevancia a aquellas composiciones de Green que no había realizado en trabajos anteriores y dedicarle más relevancia a esos pequeños tesoros que tienen los artistas, los cuales representan sus composiciones más under o desconocidas. Un disco homenaje que funciona de manera correcta, sin embargo, pudo haber sido mucho mejor en su planteamiento y elección de temas de la extensa carrera de Green. En este sentido, recomiendo escuchar el disco The Best of Peter Green's Fleetwood Mac, aunque la visión de Moore no deja de ser sorprendente y atractiva.

“Now listen to me baby, just what I'm talkin' 'bout
You got something woman, makes a dumb man scream and shout

viernes, 3 de enero de 2020

Still Got The Blues (1990) - Gary Moore - Critica


¿Puede ser tu mayor éxito, tu mayor fracaso? Si! y exactamente eso le ocurrió a Gary Moore con su disco Still Got The Blues. Gary Moore no necesita mayor carta de presentación, considerando su exitosa carrera solista y su breve paso por la banda de Rock Thin Lizzy. De mas esta mencionar su virtuosismo en la guitarra, el cual ha inspirado a una serie de guitarristas de Rock y Blues moderno como, por ejemplo, Joe Bonamassa o Kirk Fletcher.

Corría el año 1990, cuando Moore junto con su clásica guitarra Gibson Les Paul y su amplificador Marshall se encerraría a cocinar lo que sería Still Got The Blues, teniendo como idea central el volver a los orígenes con el estilo que sería su gran amor y compañera desde su niñez: El Blues. Y así es como este disco, el cual marcaría su éxito mundial como artista, sería el puntapié inicial de su cambio de visión del Rock más Hard o Pop e internarse de lleno en el Blues Rock que le daría grandes éxitos y fracasos.  

Sin embargo, y a pesar del éxito que tuvo este material y otros que le acompañaron por los años, seria en la década del 2000 donde todo sería un verdadero fracaso. Su canción más exitosa, y la cual da nombre al mencionado disco, seria, a la vez, su verdugo por el resto de su vida. Gary Moore seria demandado por plagio de la línea central de Still Got The Blues por un compositor alemán, generando el inicio del fin para el artista.

Finalmente, Moore perdería la demanda y, en consecuencia, su contrato discográfico con Virgin Records, comenzando la debacle que haría que el pobre Moore terminara grabando sus próximos materiales en sellos más pequeños, notándose un cansancio y distancia con su público, producto de las extensas giras y del pasar de los años.

El disco comienza con la enérgica y bailable Moving On, la cual con un ritmo de boogie constante y marcado nos da el puntapié inicial para insertarnos de lleno en el disco, destacando el uso del slide, el cual quien luce y destaca en una canción, que, si bien es breve y concisa, logra enganchar al oyente desde su primera escucha.

Oh Pretty Woman, el clásico de Albert King, nos presenta el primer cover del disco, de un sin número de covers que se presentan, una característica clásica de los discos de Blues de Chicago en los años 50´s. Si bien se asemeja demasiado, en su ejecución e interpretación, a la original de King, cabe destacar que Moore le pone su toque personal característico de su virtuosismo en la guitarra y su timbre de voz. Se cuenta como anécdota que, en la grabación del tema, en el cual participo el mismísimo Albert King, Moore se habría equivocado en una nota; generando el odio total de King, quien habría decidido detener la grabación de la canción; sin embargo, y luego de conversaciones entre ambos, podrían sacarlo adelante y grabar la versión final.

Walking By Myself, el clásico de Jimmy Rodgers, tiene un tono sumamente personal y debe representar uno de los covers más increíbles del disco, ya que se mueve dentro de un ritmo dinámico representado por la armónica y la guitarra, que, a través de matices y relieves variados, lo hacen único. Esta versión es mucho más pegajosa y movida que la original, por ende, destaca y sobresale por si mismo; siendo el solo de guitarra de Moore quien lo catapulta a la posteridad con esos tapings y líneas frenéticas que se muestran.

El trabajo avanza con la canción mas popular de Moore, la cual es un deleite de principio a fin, ya que representa, de forma plena, toda la emoción y sentimiento por parte de Moore tanto en la guitarra como en la voz. Según mi opinión, Still Got The Blues representa la continuación y perfección de temas antiguos de Moore como Parisienne Walkways y The Loner.

Texas Strutt se nos presenta como una canción clásica del estilo Texas Blues, quizás asemejándose mucho a The Grange de ZZ Top o al estilo de canciones del conjunto de los barbones, sin embargo, de una manera mucho más acelerada, dinámica y frenética, siendo lo más destacado los arreglos en los teclados Hammond; lo demás es cuota establecida y asegurada de Moore, quien, si bien nos plantea un tema efectivo, no convence del todo a este particular.

Too Tired es un tema que se mueve por líneas clásicas de Blues a través de la maestría de Gary Moore y la colaboración de Albert Collins, quien, a pesar de no cantar, impone su estilo clásico al interpretar de manera correcta. Quizás lo más icónico, sea el duelo de guitarras que existe en el video musical del tema, el cual es bastante entretenido de ver y donde el virtuosismo es la base central del mismo.

King of The Blues sigue la línea más de big band al estilo de BB King, el cual hace mención, en su letra, a diversos aspectos característicos del Blues, artistas clásicos del estilo, canciones memorables e icónicas, ciudades clásicas en donde se desarrolló el mismo, así como de las aventuras y desventuras que se viven al ser artista de este particular estilo. Esta canción representa un homenaje al Blues electrificado desarrollado, principalmente, en Estados Unidos y Moore carga el tema, por, sobre todo, de bendings y sustains en la guitarra, estando fuertemente influenciado por BB King y Eric Clapton.

El primer Slow Blues del álbum, y el cual representa un placer culpable del mismo Moore, se presenta con As The Years Goes Passing By, el cual representa un clásico del Slow Blues y funciona de manera correcta en su parte rítmica y calmada, ya que permite a Moore mostrar todo su virtuosismo y sentimiento en la guitarra, aunque no logra superar a su predecesor en sentimiento y emotividad.

Siguiendo la línea de su predecesor, se nos presenta Midnight Blues, el cual está lleno de emotividad y sentimiento por parte de Moore. La entrega de Moore es completa y nuevamente se le nota su comodidad y virtuosismo en este tipo de interpretaciones, ya que su voz y estilo en la guitarra se desarrollan con normalidad y sin demasiadas cosas forzadas. Sin embargo, considero que es poco atractivo y dinámico colocar dos Slow Blues seguidos en un disco, ya que representan momentos de calma y tranquilidad frente a tanta efervescencia.

En la versión extendida del disco, tenemos That King of Woman, la cual, por extraño que parezca, siendo una canción de George Harrison, y por extraño que parezca, funciona mucho mejor en la interpretación de Moore, moviéndose como un tema entretenido, ganchero e innato del chascón.
All Your Love, cover del clásico Otis Rush, se nos presenta correcta en su ejecución al igual que Oh Pretty Woman, y sin demasiados matices personales por parte de Moore, aunque, de manera personal, prefiero su versión en el disco Old New Ballads Blues (2006).

Con Stop Messin Around ocurren dos cosas: la primera sería que el cover es mucho mas atractivo que la original y la segunda sería que representa uno de los ídolos máximos de Moore, refiriéndonos a Peter Green, al cual le dedicaría el disco Blues for Greeny. A través del Shuffle Blues el disco cierra de manera entretenida y correcta.

Still Got The Blues es un disco que es bastante redondo en todo su conjunto, el cual no presenta grandes desperdicios o  momentos aburridos. Si bien hubiese preferido que el orden de las canciones fuese diferente, eso no quita que este disco personal de Moore, y homenaje a las grandes personalidades del Blues, sea un gran material discográfico con ritmos nostálgicos, dinámicos y variados. Quien dijo que el Blues era aburrido…

“Still Got The Blues…For You”