viernes, 3 de enero de 2020

Still Got The Blues (1990) - Gary Moore - Critica


¿Puede ser tu mayor éxito, tu mayor fracaso? Si! y exactamente eso le ocurrió a Gary Moore con su disco Still Got The Blues. Gary Moore no necesita mayor carta de presentación, considerando su exitosa carrera solista y su breve paso por la banda de Rock Thin Lizzy. De mas esta mencionar su virtuosismo en la guitarra, el cual ha inspirado a una serie de guitarristas de Rock y Blues moderno como, por ejemplo, Joe Bonamassa o Kirk Fletcher.

Corría el año 1990, cuando Moore junto con su clásica guitarra Gibson Les Paul y su amplificador Marshall se encerraría a cocinar lo que sería Still Got The Blues, teniendo como idea central el volver a los orígenes con el estilo que sería su gran amor y compañera desde su niñez: El Blues. Y así es como este disco, el cual marcaría su éxito mundial como artista, sería el puntapié inicial de su cambio de visión del Rock más Hard o Pop e internarse de lleno en el Blues Rock que le daría grandes éxitos y fracasos.  

Sin embargo, y a pesar del éxito que tuvo este material y otros que le acompañaron por los años, seria en la década del 2000 donde todo sería un verdadero fracaso. Su canción más exitosa, y la cual da nombre al mencionado disco, seria, a la vez, su verdugo por el resto de su vida. Gary Moore seria demandado por plagio de la línea central de Still Got The Blues por un compositor alemán, generando el inicio del fin para el artista.

Finalmente, Moore perdería la demanda y, en consecuencia, su contrato discográfico con Virgin Records, comenzando la debacle que haría que el pobre Moore terminara grabando sus próximos materiales en sellos más pequeños, notándose un cansancio y distancia con su público, producto de las extensas giras y del pasar de los años.

El disco comienza con la enérgica y bailable Moving On, la cual con un ritmo de boogie constante y marcado nos da el puntapié inicial para insertarnos de lleno en el disco, destacando el uso del slide, el cual quien luce y destaca en una canción, que, si bien es breve y concisa, logra enganchar al oyente desde su primera escucha.

Oh Pretty Woman, el clásico de Albert King, nos presenta el primer cover del disco, de un sin número de covers que se presentan, una característica clásica de los discos de Blues de Chicago en los años 50´s. Si bien se asemeja demasiado, en su ejecución e interpretación, a la original de King, cabe destacar que Moore le pone su toque personal característico de su virtuosismo en la guitarra y su timbre de voz. Se cuenta como anécdota que, en la grabación del tema, en el cual participo el mismísimo Albert King, Moore se habría equivocado en una nota; generando el odio total de King, quien habría decidido detener la grabación de la canción; sin embargo, y luego de conversaciones entre ambos, podrían sacarlo adelante y grabar la versión final.

Walking By Myself, el clásico de Jimmy Rodgers, tiene un tono sumamente personal y debe representar uno de los covers más increíbles del disco, ya que se mueve dentro de un ritmo dinámico representado por la armónica y la guitarra, que, a través de matices y relieves variados, lo hacen único. Esta versión es mucho más pegajosa y movida que la original, por ende, destaca y sobresale por si mismo; siendo el solo de guitarra de Moore quien lo catapulta a la posteridad con esos tapings y líneas frenéticas que se muestran.

El trabajo avanza con la canción mas popular de Moore, la cual es un deleite de principio a fin, ya que representa, de forma plena, toda la emoción y sentimiento por parte de Moore tanto en la guitarra como en la voz. Según mi opinión, Still Got The Blues representa la continuación y perfección de temas antiguos de Moore como Parisienne Walkways y The Loner.

Texas Strutt se nos presenta como una canción clásica del estilo Texas Blues, quizás asemejándose mucho a The Grange de ZZ Top o al estilo de canciones del conjunto de los barbones, sin embargo, de una manera mucho más acelerada, dinámica y frenética, siendo lo más destacado los arreglos en los teclados Hammond; lo demás es cuota establecida y asegurada de Moore, quien, si bien nos plantea un tema efectivo, no convence del todo a este particular.

Too Tired es un tema que se mueve por líneas clásicas de Blues a través de la maestría de Gary Moore y la colaboración de Albert Collins, quien, a pesar de no cantar, impone su estilo clásico al interpretar de manera correcta. Quizás lo más icónico, sea el duelo de guitarras que existe en el video musical del tema, el cual es bastante entretenido de ver y donde el virtuosismo es la base central del mismo.

King of The Blues sigue la línea más de big band al estilo de BB King, el cual hace mención, en su letra, a diversos aspectos característicos del Blues, artistas clásicos del estilo, canciones memorables e icónicas, ciudades clásicas en donde se desarrolló el mismo, así como de las aventuras y desventuras que se viven al ser artista de este particular estilo. Esta canción representa un homenaje al Blues electrificado desarrollado, principalmente, en Estados Unidos y Moore carga el tema, por, sobre todo, de bendings y sustains en la guitarra, estando fuertemente influenciado por BB King y Eric Clapton.

El primer Slow Blues del álbum, y el cual representa un placer culpable del mismo Moore, se presenta con As The Years Goes Passing By, el cual representa un clásico del Slow Blues y funciona de manera correcta en su parte rítmica y calmada, ya que permite a Moore mostrar todo su virtuosismo y sentimiento en la guitarra, aunque no logra superar a su predecesor en sentimiento y emotividad.

Siguiendo la línea de su predecesor, se nos presenta Midnight Blues, el cual está lleno de emotividad y sentimiento por parte de Moore. La entrega de Moore es completa y nuevamente se le nota su comodidad y virtuosismo en este tipo de interpretaciones, ya que su voz y estilo en la guitarra se desarrollan con normalidad y sin demasiadas cosas forzadas. Sin embargo, considero que es poco atractivo y dinámico colocar dos Slow Blues seguidos en un disco, ya que representan momentos de calma y tranquilidad frente a tanta efervescencia.

En la versión extendida del disco, tenemos That King of Woman, la cual, por extraño que parezca, siendo una canción de George Harrison, y por extraño que parezca, funciona mucho mejor en la interpretación de Moore, moviéndose como un tema entretenido, ganchero e innato del chascón.
All Your Love, cover del clásico Otis Rush, se nos presenta correcta en su ejecución al igual que Oh Pretty Woman, y sin demasiados matices personales por parte de Moore, aunque, de manera personal, prefiero su versión en el disco Old New Ballads Blues (2006).

Con Stop Messin Around ocurren dos cosas: la primera sería que el cover es mucho mas atractivo que la original y la segunda sería que representa uno de los ídolos máximos de Moore, refiriéndonos a Peter Green, al cual le dedicaría el disco Blues for Greeny. A través del Shuffle Blues el disco cierra de manera entretenida y correcta.

Still Got The Blues es un disco que es bastante redondo en todo su conjunto, el cual no presenta grandes desperdicios o  momentos aburridos. Si bien hubiese preferido que el orden de las canciones fuese diferente, eso no quita que este disco personal de Moore, y homenaje a las grandes personalidades del Blues, sea un gran material discográfico con ritmos nostálgicos, dinámicos y variados. Quien dijo que el Blues era aburrido…

“Still Got The Blues…For You”

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